Un gol de Antoine Griezmann, el segundo en su cuenta particular, en el minuto 80, rescató al Atlético ante el Valladolid, que fue capaz de igualar un 0-2 adverso cuando todo parecía sentenciado, y que tuvo a los rojiblancos contra las cuerdas durante muchos momentos.

El conjunto rojiblanco, que no ganaba a domicilio desde el 22 de septiembre, doblegó al Pucela en un duelo de poder a poder que no permitía ni un pestañeo, ya que las alternativas se acumularon, pero la mayor pegada de los madrileños les dio el triunfo.

Eran dos cuñas de la misma madera, ambos equipos tienen argumentos futbolísticos similares, aunque paradójicamente los vallisoletanos rinden mejor fuera y el ‘Atleti’ en casa.

Los de Simeone acorralaron inicialmente a un Valladolid que parecía despojado de su traje de equipo revelación y asistía desolado al arranque furioso del rival. Fueron minutos de un Atlético acometedor y solo un par de llegadas por banda permitieron respirar a los locales, que salieron con el mismo once que ganó a la Real porque Sergio no toca lo que funciona.

Pese al dominio, no hubo noticias importantes de los rojiblancos en ataque durante esta primera fase.

El Valladolid se vino arriba cuando el partido transitaba por su primer cuarto de hora.
A partir de ese momento, el encuentro se equilibró. La batalla del mediocampo se perdió en imprecisiones y peleas de modo que ninguno gobernaba claramente esa zona.

Zarpazo rojiblanco
Sin embargo, cuando mejor estaban los locales, un desmarque notable de Kalinic le permitió recibir en ventaja y cruzar el balón ante la salida de Jordi Masip (min. 25).
El partido se puso donde quería Simeone y para el Valladolid este tanto fue como un golpe en plena mandíbula.

Con la primera parte agonizando, el Pucela tuvo dos opciones para empatar, ambas en dos centros de Nacho, La primera acabó con un disparo de Oscar Plano que se fue alto por muy poco y un minuto después, Unal remató mal cerca del área pequeña.

A continuación, un disparo de Griezmann golpeó en un brazo de Kiko Olivas camino de la portería y pese a que paró Masip, el VAR hizo revisar la jugada y puso en evidencia un claro penalti. El delantero francés lo transformó y puso la cosa 0-2 en el minuto 45.

El Valladolid salió a por todas en la segunda parte y tuvo dos oportunidades claras antes del minuto 50. Fue el preludio del tanto de Fernando Calero, tras un testarazo a la salida de un córner botado por Míchel Herrero (min.57).

La segunda parte era del equipo local, con Keko Gontán y Nacho pletóricos en banda, y el miedo apareció en un Atlético que encajó otro tanto tras golpear en Saúl Ñiguez un remate de Unal (min.62).

En un fallo defensivo local, Griezmann materializó el 2-3, aunque los vallisoletanos reclamaron un penalti por mano de un defensor rojiblanco, que el VAR desmintió.