Mohamed Salah dirigió ayer la exhibición del Liverpool sobre la Roma (5-2) en Anfield y, con un doblete sublime en la primera mitad y dos asistencias en la segunda, impulsó el sueño de los ‘Reds’ hacia la final de la Champions en Kiev.
El delantero egipcio, recién nombrado mejor futbolista del año en Inglaterra y uno de los nombres más codiciados a día de hoy en el mercado, sigue haciendo méritos para pelearle el Balón de Oro a Cristiano y a Messi: sus 43 goles en 47 partidos esta temporada -diez de esos tantos en la Liga de Campeones- así lo demuestran.
El Liverpool de Jürgen Klopp, el único equipo invicto del torneo, y la Roma de Eusebio Di Francesco, con la moral por las nubes tras la histórica remontada en cuartos ante el Barcelona, dos conjuntos que nadie esperaba en semifinales, buscaban en Anfield dar el primero de los dos pasos necesarios para estar el 26 de mayo en el Estadio Olímpico de Kiev.
La mejor versión de los ‘Reds’ y de Salah aniquiló a los italianos, que solo consiguieron oponer resistencia y presentar batalla en los últimos diez minutos, en los que primero Edin Dzeko y luego Diego Perotti, de penalti, vieron portería para dejar la eliminatoria ligeramente ‘abierta’.
La temible ‘MSF’, la sociedad formada por el senegalés Sadio Mané, el brasileño Roberto Firmino y Salah, hizo añicos a la defensa de tres hombres que planteó esta noche Di Francesco y que tan buen resultado le dio frente al Barcelona.