Marc Márquez se anotó su octava pole de la temporada con la contundencia que le suele caracterizar cuando se siente fuerte, y en Silverstone, escenario del Gran Premio de Gran Bretaña de MotoGP, doblegó a sus más inmediato rivales por más de cuatro décimas de segundo y con récord de la pista.
Una vez más la estrategia de Márquez y Repsol Honda fue la acertada: trabajar para conseguir un buen ritmo de carrera durante todo el fin de semana y dejar para el final la pelea por un buen lugar en la parrilla de salida, y lo mejor del caso es que tanto un objetivo como el otro acabaron en posesión del pentacampeón de la cilindrada reina.
Marc salió una primera vez a pista, rodó muy rápido, pero no pudo evitar que le superase Fabio Quartararo. Tras el paso por boxes para cambiar neumáticos, las prisas forzaron situaciones distintas para los pilotos. Y ese momento llegó con Valentino Rossi por delante, pero obligado a tirar sin mirar atrás. Márquez lo utilizó de referencia y acertó, pues pulverizó el 1:58.596 que había firmado el italiano.
Si Márquez fue la cara, su compañero de equipo, Jorge Lorenzo, fue la cruz. De vuelta tras cuatro carreras de baja por la lesión, el tricampeón de MotoGP acabó vigesiprimero.
Doblete familiar
La fiesta familiar la completó Alex Márquez, que demostró el porqué de su liderato en Moto2 con su tercera pole del curso, que unida al aciago rendimiento de su rival más directo, el suizo Thomas Luthi (Kalex), duodécimo, le coloca en una situación inmejorable para aumentar su ventaja. El éxito español fue pleno, al colocar un total de cuatro pilotos en las cinco primeras posiciones.
En Moto3, Tony Arbolino dominó a ritmo de récord, por delante de Lorenzo dalla Porta, líder del Mundial, que vio como el segundo de la general, Arón Canet (KTM) no podía pasar del duodécimo puesto.