Tras casi una semana de espera, hoy (10.00 horas/Vamos) vuelve a la actividad a la Copa del Mundo de Japón con el duelo entre los dos mejores equipos –con permiso de Sudáfrica– del campeonato, Nueva Zelanda e Inglaterra, que llegan a esta final anticipada con inmejorables sensaciones después de solventar con autoridad imperial sus compromisos de cuartos de final.
Los All Blacks rozaron la perfección ante Irlanda, a la que apisonaron desde el minuto uno hasta el 80 con un rugby total, en el que los delanteros anotaron ensayos y los alas defendieron como delanteros. El 46-14 final incluso se quedó corto para los méritos de uno y otro equipo.
Su técnico, Steve Hansen, presentará casi el mismo XV, con la entrada de Scott Barrett en lugar de Ardie Savea como flanker izquierdo, quien a su vez ocupará el puesto de Sam Cane en el derecho.
Por su parte, el seleccionador del XV de la Rosa, el neozelandés Eddie Jones, también mantendrá vasi intacto el bloque de cuartos de final. La única novedad podría la entrada de George Ford, que se perdió por lesión el encuentro frente a Australia.
Un duelo que tuvo un solo color, el blanco de Inglaterra, especialmente en la segunda mitad, después de que los Wallabies aguantaran los 40 minutos iniciales (17-9) y en los primeros compases de la reanudación llegasen a ponerse a un punto (17-16). Pero enseguida Kyle Sinckler anotó un ensayo, con conversión de Farrell (24-16). Y ahí se acabó Australia. Farrell pasó tres golpes más (33-16) y transformó un ensayo de Anthony Watson a cuatro minutos del final.
Inglaterra y Nueva Zelanda se han enfrentado en 41 ocasiones, con 33 victorias de los All Blacks, siete del XV de la Rosa y un empate. En Copa del Mundo, 3-0 para el combinado océanico, que si vence en el duelo de hoy alcanzará su sexta final en nueve ediciones del campeonato. Para Inglaterra sería la cuarta.