Según el trencilla, el punta le dijo “eres un sinvergüenza de mierda” tanto antes de que le sacara la tarjeta, como mientras abandonaba el campo.

Nadie del entorno deportivista quiso pronunciarse, aunque el técnico, en la rueda de prensa posterior al partido, manifestó que “ni nos podemos defender de nada, nos tenemos que callar, por lo tanto nos la tenemos que tragar, nos la tenemos que comer y es más de lo mismo. No puedo defenderme porque si quisiera defenderme tendría que decir cosas que me iban a perjudicar a mí y no quiero porque ya me siento bastante perjudicado”.

El estratega incluso añadió que “ya leeréis el acta, pondrá lo que quiera poner y tú no puedes tener ninguna defensa”.

El representante de Borja Valle, Rodrigo Fernández Lovelle, acusó de “mentir” a Ais Reig en un comunicado que su empresa, Protio Sport SL, publicó en las redes sociales: “Soy agente de jugadores y llevo vinculado al fútbol más de veinticinco años, y tengo cincuenta y me da pena y me entriste que alguien mienta en el acta, no se puede jugar con la gente y mentir. Al final a Borja Valle, jugador del Deportivo, le sancionarán varios partidos por algo que no ha dicho, pero lo que tiene validez es lo que dice el árbitro, aunque mienta”.

“Contar la verdad”
“Señores, estamos en un deporte que buscamos el fair play y para eso hay que ser serios y contar la verdad”, añade.

“Mi jugador será sancionado pero por algo que no es realidad. Invito a todos a que vean las imágenes y cada uno que saque su propia conclusión. Quien conozca al jugador del Deportivo sabe cómo es y nunca reaccionaría así en un campo. No me gustan las injusticias y menos que se juegue con la gente. Al final, por decisiones arbitrales, el Deportivo ya perdió dos puntos. Soy agente desde el año 2000 y antes trabajé años en el Rayo Vallecano. Luchemos por la justicia y por la verdad. Me indigna la mentira”, sentencia.

No es la primera vez que la sombra de la duda acompaña a Ais Reig. En 2011, el Eldense impugnó el acta arbitral que redactó el colegiado valenciano tras un partido contra La Nucía y que finalizó con derrota de los de Elda por 1-2. El club alicantino incluso preparó un documento con la intención de acudir a los juzgados para denunciar al árbitro por “mentir a la hora de redactar el acta del partido y abuso de poder”.

El club explicó que el acta “no se ajusta a la realidad” e incluso dijo que las expulsiones de Álvaro y Giuseppe “se las inventó, ya que lo que hizo fue amenazar a los jugadores”.

Cinco años después, durante un partido entre el Mirandés y el Cádiz, el colegiado valenciano expulsó a Gorka Santamaría por perder tiempo al retrasar la puesta en juego del balón, según reflejó en el acta.

La versión de los jugadores del equipo andaluz y del técnico Álvaro Cervera fue que el trencilla amonestó al futbolista por beber agua en la banda. Algo que hicieron también jugadores del equipo burgalés y que, sin embargo, no fueron amonestados.