El Mallorca dio continuidad a la racha triunfal que le ha permitido asentarse como líder de la categoría de plata del fútbol español gracias un importante triunfo ante el Leganés en Butarque, estadio donde los madrileños solo se habían dejado tres puntos hasta la fecha.
El contexto anunciaba un duelo entre iguales al tratarse de dos conjuntos que venían del mismo sitio, LaLiga Santander, y que hacen méritos en el arranque del curso para volver al mismo lugar.
La consecuencia fue que ambos se anularon y concedieron muy poco al rival, lo que trajo consigo mucha igualdad e intensidad pero ausencia de ocasiones de verdadero peligro. Solo Antonio Sánchez en un área y Borja Bastón en la otra pusieron a prueba a los arqueros con sus disparos hasta el intermedio.
Cuando este llegó, en el vestuario local ya se encontraba Róber Ibáñez; quien había visto dos cartulinas amarillas en apenas diez minutos para dejar a los suyos con diez y por tanto generar un desequilibrio de cara a la reanudación.
Este no se notó en el tramo inicial de la segunda mitad hasta que Amath se hizo con un balón dentro del área e impuso su fe por encima de la de la defensa para plantarse ante Cuéllar, definir por bajo y poner en ventaja a los suyos.
A partir de ese momento los baleares se centraron en conservar el preciado tesoro ante un contrario al que las fuerzas se le iban agotando, toda vez que se encontraba con uno menos pero necesitado dar un paso al frente. Sin capacidad de reacción evidente, el cuadro blanquiazul terminó por encajar su segunda derrota en casa de la presente temporada y pierde fuelle en la lucha por los puestos de honor de la clasificación al sumar solo cuatro puntos de los últimos doce posibles.