El Slavia y el Sevilla dirimen un duelo crucial en Praga en la vuelta de los octavos de la Liga Europa y que el equipo español afronta como un duro examen para seguir vivo en su torneo fetiche, del que es pentacampeón, frente a la ilusión de los checos, en ventaja por el 2-2 de la ida.
Es una nueva reválida para los sevillistas, casi una final donde deberán refrendar su franca mejoría con el balsámico último triunfo en Liga ante la Real Sociedad (5-2), sobre todo con una lección de juego y pegada en los primeros 25 minutos de la segunda parte y un triplete del francés Wissam Ben Yedder incluido, para remontar y pasar a cuartos en el difícil feudo del líder del campeonato checo. Sin Sergio Escudero y Manuel Agudo ‘Nolito’ por lesión, ni Aleix Vidal, el brasileño Arana y el galo Amadou por decisión técnica, el Sevilla recupera al mediocampista argentino Franco Vázquez, sancionado para la ida, y al meta checo Tomas Vaclík y al central austríaco Maximilian Wöber, ya restablecidos de los golpes que les impidieron acabar la primera parte de la ida. El reto es marcar al menos un gol y no encajar.