Los casi 23.000 aficionados que se dieron cita en Riazor recibieron a la afición con un bonito mosaico que se desplegó en la grada de Marathon Inferior y acompañaron con sus cánticos al equipo.
Celebraron con rabia sendos goles y luego entonaron el ‘Vivir na Coruña’, entre otras arengas. Con el pitido final, aplausos, júbilo y un Riazor que se quedaba momentáneamente a oscuras, mientras una hoguera ardía en el marcador pidiendo que en San Juan, último partido del playoff, si se pasa la ronda ante el Málaga, se queme ‘o meigallo’. Noche emotiva, con homenajes al utillero Suso, a Barros Botana y a Javier Suárez Brañas.