El Depor encajó una nueva derrota fuera de casa, esta vez en Vigo y contra el Celta, su eterno rival, donde más duele. Dio la cara el equipo blanquiazul, pero un rechace y una pérdida acabaron en los dos primeros goles locales antes del descanso. Demasiado castigo.
La igualdad marcó la fase inicial del encuentro, en la que el conjunto coruñés tuvo su mejor oportunidad, la que pudo cambiar el partido. Fue para Isra en una posición inmejorable tras una falta lateral, pero no acertó a rematar.
Perdonó el Depor y se adelantó el Celta por mediación de José Fontán. El centrocampista aprovechó un rechace tras una acción a balón parado al filo de la media hora de juego. El 1-0 dio alas al líder, que apretó y, poco antes del descanso, firmó el segnudo por mediación de Losada. El mediapunta finalizó una transición rápida de su equipo después de una pérdida blanquiazul en una zona de peligro.
El 2-0 no hundió al Depor, que en la segunda mitad mejoró, dispuso del balón y lo movió con claridad para generar varias situaciones de centro-remate, aunque ninguna demasiado clara.
El Celta sentenció con un tanto de Lauti a unos 20 minutos de final y el partido se murió para un Depor que se queda sin opciones matemáticas de luchar por el título –antes del partido ya era una quimera– ni por la Copa del Rey.
El equipo de Javi Álvarez es séptimo en la tabla con 38 puntos, 24 por debajo del Celta y a 18 del Sporting con seis partidos en juego. El objetivo es seguir adelante con la formación de los jugadores y tratar de terminar la temporada de la forma más digna posible. La próxima semana vuelve a la fortaleza de Abegondo para recibir al Roces.