El alemán Nikias Arndt (Sunweb) abrió su cuenta en la Vuelta con un triunfo al sprint en la octava etapa, disputada entre Valls e Igualada, en la que los favoritos ahorraron energía en la víspera de la montaña de Andorra y permitieron que el francés Nicolas Edet (Cofidis) se enfundara el maillot rojo.
Siguen los regalos en la Vuelta y algunos los aprovechan con gusto. Es el caso de Arndt, de 27 años, el más rápido entre el grupo de 21 escapados que marcaron la jornada de principio a fin. El alemán, ganador de una etapa en el Giro de Italia 2016, cortó el sueño de Alex Aramburu (Caja Rural Seguros), segundo en cruzar la meta.
El pelotón con los favoritos decidió guardar fuerzas para la corta pero explosiva etapa de hoy, donde esperan cinco puertos en solo 94 kilómetros. Por eso levantó el pie y llegó a meta, a ritmo cicloturista, con un retraso de 9:24.
No hubo dolor. Miguel Ángel ‘Superman’ López, Primoz Roglic, Alejandro Valverde y Nairo Quintana mantuvieron sus diferencias, 27 segundos entre ellos, y se citaron para la batalla en el Principado.
Bandera blanca
La jornada de bandera blanca en la general dio paso a otro líder, Edet, que se suma al éxito de su compañero de equipo Jesús Herrada como vencedor de la etapa en Ares de Maestrat. Segundo es ahora el belga Dylan Teuns, que también portó ‘la roja’, a 2:21, y tercero ‘Superman’ López, a 3:01.
El pelotón salió a toda mecha tras el recuerdo en Valls al malogrado Xavi Tondo. Escapada de 21 con Edet como el mejor clasificado a 6.24 del líder en la salida, López. Iba a llegar la fuga. Por la calidad de los componentes y por la actitud del pelotón. Allí también se incrustaron Luis León Sánchez, Teuns, Stybar, De la Cruz, Arndt, Sergio Henao, Aranburu, Jesús Herrada y Barceló.
Entendimiento e intereses comunes hasta la única dificultad del trayecto, el Puerto de Montserrat (2ª), donde las amistades se volvieron peligrosas. Subiendo se fueron Stetina, Barceló y Herrada , que pasaron por la cima con unos segundos sobre los perseguidores. Del grupo principal se sabía entonces que se encontraba a más de seis minutos.
Con 25 kilómetros para meta apareció la lluvia, que convirtió el asfalto en un escenario muy peligroso. Quien lo iba a pensar con el calor que atizaba por la mañana en Valls. Los ataques se iban sucediendo uno tras otro.
Reunión
Barceló lo intentó de nuevo, luego Aranburu se vino arriba con otra arrancada, pero a 4.000 metros de meta los 21 del inicio volvía a estar juntos. Entre todos, con un historial excelso en clásicas, el checo Zdenek Stybar (Deceuninck) asomó al final con un órdago que fue contestado de inmediato. Y se acabaron las bravuconadas. Esprint puro entre 13 corredores que entraron a la refriega. Destacó Arndt, más rápido que ninguno. No ganaba desde la Clásica Cadel Evans de 2017.
Mientras, los jerarcas de la general ‘a su rollo’. En Andorra les espera hoy un reto para el que necesitarán todas las fuerzas ahorradas en la etapa cien por cien catalana.