Plano, sin cambios de ritmo en la circulación de balón, con poca profundidad y despistado por momentos. El Fabril encajó el primero a la contra, el segundo a balón parado y el tercero tras un error garrafal en la marca. El Celta B, sin grandes alardes pero con las ideas muy claras, fue superior y se llevó los tres puntos de casa del líder con merecimiento en una tarde en la que el árbitro balear Sureda Cuenca quiso tener más protagonismo del que debería.
Dejando a un lado lo accidentados que fueron los primeros quince minutos de partidos con dos sustituciones obligadas por lesión en ambos equipos –Riki relevó a Robert Costa y Gaizka a Carlos López–, la primera parte del ‘miniderbi’ ofreció poco fútbol y dos propuestas distintas. Mientras que el Fabril, que fue superior en cuanto a posesión de balón, se mostró como un equipo lento en la circulación y con pocas pocas soluciones cerca del área contraria, el Celta B amasó mucho menos la pelota y presentó una versión mucho más vertical y, por momentos, precipitada.

El 0-1
En una de esas elaboraciones con pachorra del Fabril, Blas dejó un pase atrás a Raúl González a medio camino. El Celta B, que había cambiado de sistema a los veinte minutos (de 1-4-3-3 a 1-4-4-2), aprovechó a su pareja de delanteros –Dennis y Drazic– para montar una contra que fue letal. Los celestes, ayer de negro, superaron en el dos contra dos a los centrales blanquiazules. Dennis metió el balón en profundidad para Drazic, que entró por la izquierda y el cambió el ritmo a Raúl ya dentro del área. El atacante serbio, con el balón sobre la línea de fondo, encontró el espacio que le dejó Francis en el primer palo para colar la bola hasta el fondo de las mallas. Golazo con colaboración del portero del Depor B.
Daba la sensación de que el Celta B estaba más cómodo en el partido, algo lógico por el resultado, y en pocas fases del encuentro, por no decir ninguna, se vio sometido por el Fabril. En una acción a balón parado a los cinco minutos de la segunda parte, Juan Hernández puso el balón en la cabeza de Cuco Ros. El central del conjunto que entrena Rubén Albés, desde el primer palo, cabeceó de una forma un tanto extraña, prácticamente de espalda a la portería, pero llevó la pelota a la escuadra derecha de la portería de Francis, que en esta ocasión no fue culpable.
El Fabril, equipo plano durante prácticamente todo el partido, no tuvo la frescura necesaria en los últimos metros como para desajustar el entramado defensivo del filial celeste, que en ocasiones se soltó para presionar a todo el campo, fundamentalmente cuando el Fabril daba un pase atrás sobre sus centrales, y en otras replegaba posicionando el equipo en cambio propio anulando cualquier tipo de línea de pase en zonas de peligro. Con el paso de los minutos, subió la temperatura en el terreno de juego y el gran perjudicado fue el filial del Depor.

La primera expulsión
Una situación poco habitual, en el minuto 63, terminó con Quique Fornos en el vestuario. El central del Depor B tuvo que abandonar el campo al romperse su camiseta y el árbitro debió entender que regresó al rectángulo de juego sin su consentimiento. El trencilla balear no dudó en enseñarle la segunda tarjeta amarilla al central de As Pontes pese a las protestas, rodeando al árbitro al más puro estilo Barcelona o Real Madrid, de los futbolistas locales.
En inferioridad numérica, el equipo de Gustavo Munúa, que había pasado a jugar con dos puntas diez minutos antes tras la entrada de Luis Fernández por Martín Bengoa, se encontró las mismas dificultades para generar situaciones claras de gol.
Las mejores ocasiones del Fabril en la segunda mitad llegaron tres centros laterales y dejadas de Uxío con la cabeza. La más clara, todavía con 0-1 en el marcador, fue de Romay, que se topó con una buena parada de Dani Sotres.

La sentencia
Los dos jugadores más desafortunados en el Depor B ayer fueron Blas y Francis. El primero cometió un error infantil en la acción del 0-3. Un pelotazo desde 50 metros buscando la espalda de la línea defensiva local fue aprovechado por Juan Hernández, que se coló por un pasillo interior que el ‘2’ del Fabril tendría que haber defendido. El atacante celeste batió a Francis, de nuevo por el primer palo.
El gol que maquilló el resultado final fue de Luis Fernández tras una buena jugada individual que terminó con un zurdazo desde la frontal.