Juan Antonio Anquela salvó el ‘match ball’ que tenía ayer frente al Almería. Aunque el Deportivo no ganó, el conjunto coruñés cuajó uno de sus mejores partidos de la temporada, dominó claramente y mereció llevarse los tres puntos.

El duelo frente al equipo rojiblanco se presentaba como un ultimátum hacia el técnico jiennense y la afición blanquiazul se lo recordó justo antes del inicio del choque.

Cuando el ‘speaker’ de Riazor anunció el once del Depor, hubo más pitos que aplausos para Anquela. Sin embargo, lo cierto es que ni en el anterior encuentro en casa, contra el Mirandés, ni ayer hubo un solo cántico contra el de Linares.

Los que no se salvaron de los ataques de la hinchada blanquiazul fueron Paco Zas y Carmelo del Pozo.

“Directiva dimisión”, entonaron un buen número de aficionados cuando finalizó el choque y también hubo gritos de desaprovación al director deportivo.

Los jugadores, sin embargo, recibieron el aplauso de los seguidores deportivistas, que agradecieron su entrega durante los 97 minutos que duró el enfrentamiento de ayer, en el que el Deportivo tuvo encerrado al Almería durante gran parte del partido.

Durante la semana, se había especulado con el ambiente que se encontrarían los futbolistas en Riazor, tras la derrota en Girona y los cánticos contra Zas y Del Pozo cuando finalizó el duelo con el Mirandés.

Sin embargo, los casi 16.000 aficionados que acudieron al estadio coruñés arroparon a sus futbolistas desde el primer instante.

Anquela ha salvado el primer órdago, pero el domingo se vuelve a jugar el puesto.