El entrenador del Deportivo Abanca reconoce que no liberará toda la tensión acumulada durante 90 minutos hasta dos horas después del pitido final y admite que su equipo sufrió por momentos.
“Creo que entramos muy bien, con dos o tres llegadas por banda en los primeros minutos, que es lo que pretendíamos. Enseguida nos contagiamos de su juego, al que no estamos tan acostumbradas y sufrimos un poco, aunque bendito el sufrimiento porque acabamos 5-1 y es para estar muy contentos”, analiza Manu.
El técnico coruñés añade que la idea era tener más balón: “Habíamos preparado un partido de mucha posesión en ataque posicional porque sabíamos que el campo se les iba a hacer grande, pero nos fuimos a la guerra y perdimos el balón. El resultado creció en el momento que conseguimos enlazar más de dos o tres pases”, indica.
Sánchez desvela porque eligió a Érika, lateral izquierda, y Raquel, central zurda, las dos novedades en el once inicial con respecto al partido de ida en Alhama. “Con Érika queríamos mucha más profundidad en banda que la que nos da Patri Díaz y creo que lo conseguimos. La entrada de Raquel era para devolver a Iris a su posición natural y liberar a Teresa y a Maya para que tuviesen mucha más llegada”, arguye.
En los minutos finales, el técnico dio entrada a la venezolana Michelle Romero, que no jugaba desde el 10 de marzo: “Nos puede aportar mucho y ya se vio en dos acciones. Es un auténtico puñal por banda, pero tenemos que ir con mucho cuidado con ella porque ha tenido dos lesiones musculares muy seguidas”.
Manu resalta la importancia del trabajo psicológico en el momento decisivo de la temporada: “Estas últimas semanas, más que entrenar estamos preparando la cabeza de las jugadoras porque las piernas ya están listas. El departamento de psicología del club lleva trabajando con ellas desde antes de las Navidades. La chicas son conscientes y responsables de que este es un momento histórico para el club”, comenta.
La fase de ascenso ha coincidido con la dimisión del Consejo de Administración: “Hablamos el mismo día que sucedieron los hechos con total normalidad. El presidente me trasladó tranquilidad y me pidió que nos centrásemos en nuestro objetivo. Así lo hablamos en el vestuario y eso es lo que nos ocupa y preocupa ahora mismo. No debemos perder el tiempo en cuestiones que no podemos controlar”, zanja Sánchez.
