Alberto Domínguez Rivas, portero del Coruxo, jugó en las categorías inferiores del Deportivo y fue convocado por el primer equipo en dos ocasiones, aunque no llegó a saltar al césped. El guardameta nacido en Santiago el 11 de febrero de 1988 realizó la pretemporada de 2006 con el conjunto coruñés en la localidad onubense de Isla Canela, a las órdenes de Joaquín Caparrós, y meses después entraría en la convocatoria para el último partido de la Liga 2006-07, contra el Espanyol en Montjuic. Su segunda citación con el primer equipo fue en 2009 para un duelo liguero con el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
¿Qué recuerdas de aquella pretemporada en Isla Canela?
Que fue mucho más dura que las que se hacen actualmente. Entrenábamos tres veces al día, que, para mí, viniendo de los juveniles, era algo nuevo y se me hizo muy duro porque mi cuerpo no estaba preparado. De aquellas, se trabajaba más la preparación física porque ahora es suficiente con una sesión o dos diarias como mucho.
¿Cómo era Joaquín Caparrós como entrenador?
Era un técnico que apostaba por los jóvenes, pero no solo en el Depor porque ya antes en su etapa en el Sevilla también había apostado por los chicos jóvenes. Le recuerdo como un buen tío, humilde y trabajador.
¿Cómo reaccionaste cuando entraste en la convocatoria para el partido con el Espanyol en Montjuic?
Me puse muy contento. Trabajaba con el primer equipo habitualmente, el Fabril se estaba jugando el poder entrar en el ascenso, entonces no querían tocar a esos porteros, así que nos dieron el premio de convocarnos a mí y a Juan Domínguez. El simple hecho de ir convocado ya fue una satisfacción.
También habías pasado por las categorías inferiores del Espanyol, así que sería aún más especial.
Sí, estuve tres temporadas allí, además, el año anterior había estado en el Espanyol, así que la mayoría de la gente seguía siendo la misma. La primera experiencia en un gran estadio siempre es especial.
Dos años después, Lotina te citó para un partido en el Bernabéu, sería inolvidable.
Al final, no le das vueltas a la cabeza porque si piensas en el campo al que vas, te pondrías nervioso, así que lo vives con naturalidad, aunque es verdad que no hay nada comparable a la atmósfera que se vive en aquel campo, el corte del césped, la velocidad que adquiere la pelota… es otra dimensión.
¿Cómo viviste aquel día?
Tuve la suerte de estar dos veces en el Bernabéu. La primera, con el Depor y otra con el Getafe. Con el Depor era más joven y estaba más expectante y atento a todo, mientras que el día que fui con el Getafe sí que pensaba que ojalá pasara algo y tuviera que salir a jugar, cosa que cuando fui con el Depor no porque estaba más pendiente de todo lo que rodeaba al estadio, lo grande que era, la cantidad de recogepelotas que había, el césped...
¿Cómo recuerdas a Lotina?
También coincidí con él en el Espanyol, pero era más reservado y menos comunicativo que Caparrós, que prestaba más atención a los jóvenes, aunque no con eso quiero decir que sea mejor o peor, pero con Joaquín los jóvenes nos sentíamos más arropados.
¿Con qué te quedas de tu etapa en el Deportivo?
Al final, me quedo con que el Depor en Primera era un equipo potente al que incluso al Madrid y al Barça les costaba ganar, y eso si eran capaces. Coincidí con gente de la talla de Valerón o Tristán, que ahora el club por desgracia se encuentra en otra situación. El Fabril logró el ascenso a Segunda B y siempre estaba a caballo entre la Segunda B y la Tercera, y con el juvenil llegué a jugar la Copa del Rey, que fue bonito.
¿Lamentas no llegar a debutar con el primer equipo?
Realmente no tuve esa sensación porque se dieron una serie de circunstancias para ir convocado. Yo no era la tercera opción ni la cuarta, así que realmente siento más agradecimiento por no ser la espada que tenían en mente y, sin embargo, conseguir ir convocado en dos ocasiones, que defraudado por no llegar a jugar.
¿Qué futbolistas con los que coincidiste durante tu etapa en el conjunto blanquiazul te marcaron más?
Había grandes jugadores. A nivel de porteros, Aranzubia era muy bueno, pero coincidí con tres porteros que estaban en el Fabril y que eran muy buenos, que fueron Fabricio, Manu y Mackay. Eran los referentes que me ponía para alcanzar su nivel y seguir su línea. Pero en aquel Depor había grandísimos jugadores como Capdevila, que lo ha ganado todo.
Uno de tus compañeros en las categorías inferiores era Álex Bergantiños. ¿Qué destacarías de él?
El trabajo. Es una persona muy seria en el trabajo, era un ejemplo en el vestuario y en el campo. Era el que más te exigía, pero también el que más corría. En el Fabril de aquella época había grandes jugadores, pero él era el que aportaba cordura a la locura que había, el equilibrio al juego bonito. Es de ese tipo de jugadores que siempre quieres tener en tu equipo y era una referencia para todos.
¿Qué significa el partido del domingo para ti?
A día de hoy, después de tanto tiempo… será una sensación extraña porque nunca me imaginaba enfrentarme al Depor en Segunda B, es algo que si en aquel momento me hubieran dicho, me lo habría tomado a broma, pero el fútbol es así y ahora le toca estar abajo. Será especial y raro por encontrarme Riazor en estas circunstancias, vacío… Ojalá sea la primera victoria que conseguimos esta temporada.
¿Jugar en un Riazor casi vacío resta encanto al duelo o puede ayudaros a dar la sorpresa?
Realmente el público puede ser un factor a favor o en contra porque si el Depor arranca bien, tener a su público le lleva en volandas, pero también para estos equipos grandes no comenzar bien el partido puede hacer que la gente se le ponga un poco en contra y se pongan más nerviosos. Si me dices que el Depor va a salir en avalancha, entonces para nosotros más favorable en las circunstancias que se va a jugar ahora.
¿Teméis que la situación que estamos viviendo detenga la competición de nuevo?
Preferimos no pensarlo, aunque lógicamente se habla. En nuestro caso sería negativo que se parara la competición porque nos veríamos abajo en la clasificación durante mucho tiempo, mientras que el Depor, si está arriba, es todo lo contrario, se vería en una situación de privilegio y con tranquilidad. En este tipo de ligas, con las circunstancias actuales, tienes que ir bien desde el principio porque no se sabe cuándo va a ser el final y cómo se va a resolver el tema de ascensos y descensos en caso de tener que parar.
¿Qué tipo de partido tiene que darse para que podáis llevaros los tres puntos?
Sabemos que el Depor colectivamente es un buen equipo, pero el miedo es, sobre todo, a que sus individualidades brillen. Si ellos están acertados, el Coruxo tendrá problemas, pero si estamos bien colectivamente y ellos ese día no tienen el nivel de acierto de las tres primeras jornadas, tendremos más opciones, porque hasta ahora el Depor no ha generado muchas ocasiones, pero casi todas las que ha creado han acabado dentro.
¿Asusta jugar contra el gran favorito de la categoría?
No. Quizá de antemano podrías pensar que podría asustar, porque ves que van primeros y han conseguido resultados, pero si ves sus partidos, te das cuenta de que han sido igualados y podemos tener chance de ganarles, aunque para eso tienen que darse las circunstancias a nuestro favor.
¿Cuáles son las principales armas del Deportivo?
Es un equipo ordenado que lo tiene claro. Cuando se ponen por delante en el marcador, es complicado darle la vuelta, como pasó contra el Unionistas. Después, en Riazor, si hay público, aunque sea poco, tirarán de ellos, como sucedió en la primera jornada con el Salamanca, que lograron el gol en el último segundo por el empuje de su afición. Es un equipo del que no te puedes fiar.
¿Qué jugador blanquiazul destacarías?
Te podría destacar muchísimos. Yo me quedo un poco, porque sé cómo trabaja y por la amistad que tengo, con Keko porque coincidimos en el Albacete y sé que es un currante y buen jugador. Pero Beauvue ha comenzado muy bien, Nacho juega bien, las bandas están funcionando… Es que el Deportivo individualmente es muy superior.