Los Ángeles, como la vecina Hollywood, acapara los focos: Lakers y Clippers prometen un duelo al sol californiano por la supremacía de un Oeste menos salvaje de lo habitual, ante la –aparente– ausencia de otros pistoleros de calado.

Los de Frank Vogel se presentan luciendo anillo y con tres refuerzos de lujo: Marc Gasol, Schröder y Harrell, este último ‘robado’ al vecino, además de Matthews –cuyo padre jugó muchos años en los Lakers–, un elemento muy interesante para el juego exterior.

Con LeBron y Davis renovados, el proyecto apunta de nuevo a un anillo que desharía el empate histórico con sus archienemigos los Celtics.

Botín inferior

El otro son unos Clippers que hasta muy poco no habían pasado de vecino pobre. El curso 19/20 acabó en un gatillazo que se llevó por delante a Doc Rivers. Ibaka, Batum y Kennard son sus fichajes más relevantes, un botín inferior al de sus vecinos, pero superior al de otros ‘gallitos’ de Conferencia.

Aun así, Tyronn Lue –dos veces campeón como jugador con los Lakers y una como técnico al frente de los Cavs de LeBron– dispone de un ‘roster’ muy potente y con jugadores muy polivalentes.

Por el contrario, los Nuggets, terceros en la última fase regular y verdugos de los Clippers en una apasionante serie (4-3) de semifinales, apenas registran cambios. Se han ido siete jugadores de poca-media importancia y llega el mismo número, con JaMychal Green y el debutante Campazzo como puntas de lanza. La pareja Murray-Jokic necesita un tercer espada que les habilite para pelear de tú a tú con los colosos angelinos. Podría serlo Michael Porter, siempre que las lesiones le dejen en paz.

Una paz que escasea en Houston. Ya no están Mike D’Antoni ni Westbrook... y Harden ha mostrado su intención de abandonar lo antes posible el Estado de la Estrella Solitaria.

Los playoffs certificaron el fracaso del kamikaze ‘ultra small ball’, y por ello, borrón y cuenta nueva. Wall y Cousins –ambos bajo lupa a causa de un terrible historial de lesiones– se unen a un proyecto que dirigirá un debutante, Stephen Silas, y que podrían tener que liderar si ‘The Black Barba’ abandona la nave.

Pero para borrón y cuenta nueva, los Thunder. Nuevo técnico, adiós al núcleo duro (Paul, Schröder, Adams, Gallinari) que el pasado curso funcionó mejor de lo esperado, y hola al futuro de los Gilgeous-Alexander, Bazley, Diallo, Dort... Ariza, Hill y Horford llegan a OKC para llevar por buen camino a los jóvenes.

‘Big Three’

El mejor fichaje de los Blazers surgió en el tramo final de la pasada campaña: la reaparción, tras más de año medio en el dique seco, de Nurkic, quien, además, regresó en modo estelar. Terry Stotts cuenta así con uno de los mejores ‘Big Three’ de la liga, un casi ‘Big Four’ si Melo Anthony es capaz de mantener el nivel exhibido el pasado ejercicio.

Las incorporaciones de Covington, Gilles, Kanter y Derrick Jones no hacen sino mejorar una plantilla ya de por sí muy buena y que solo ha perdido a Hassan Whiteside.  

Iwundu y Richardson son los refuerzos más notables de unos Mavs que volverán a moverse al son de Doncic y la salud de Porzingis. No es el momento aún de asaltar cotas mayores pero sí de mantenerse entre los ocho principales del Oeste, objetivo que no cumplieron por los pelos unos Grizzlies brillantes en Orlando a pesar de las bajas de Winslow y Jackson. La recuperación de estos dos serán los mejores fichajes para un plantel joven y de mucho talento.

Pese a que también acabaron muy bien la 19/20, los Suns, han cambiado muchas piezas. Paul, Moore y Crowder ocuparán el lugar de Ricky, Oubre y Baynes, una maniobra que, en principio, no parece demasiado acertada.

Oubre, a gran altura el último curso, cubrirá en los Warriors la baja de Thompson. El Nº2 del draft, Wiseman, Curry, Green y Wiggins completan un repóker de muchos kilates, respaldado por jóvenes que se vieron  obligados a crecer prematuramente mientras los ‘Splash Brothers’ estaban KO. No se les puede descartar de la batalla por los playoffs.

La esperanza Zion Williamson sufrió un revés en forma de lesiones: solo 24 partidos en su curso de debut. Adams y Bledsoe aterrizan en New Orleans para aportar algo de experiencia, lo mismo que el técnico Stan van Gundy.