El Deportivo se ha habituado en los últimos meses a capear el temporal. Ayer, también. Esta vez no fue algo metafórico, sino real. Arreció la lluvia y el viento en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Abegondo hasta el punto de que el cuerpo técnico tuvo que hacer un paréntesis en plena sesión de trabajo, coincidiendo con una granizada.

Sucedió en el único entrenamiento previsto para ayer en las instalaciones de trabajo del Deportivo. Los futbolistas no se libraron del temporal que azota A Coruña y su comarca.

Habitualmente, los jugadores resisten en el campo las inclemencias meteorológicas o bien ponen fin a la práctica y se retiran al vestuario cuando toca una granizada como la de ayer, pero esta vez solo hubo una pausa entre ejercicios. La sesión paró unos minutos y los deportivistas la retomaron para seguir apurando su preparación de cara al estreno en Segunda División B previsto para dentro de dos semanas. Ya está a la vuelta de la esquina.

A pesar de las adversidades que se encontraron los deportivistas, el cuerpo técnico programó una sesión intensa y larga con un circuito físico con finalizaciones y fútbol en espacio reducido, a mitad del campo dos.

También diseñaron los preparadores del Deportivo,  con Fernando Vázquez y Manolo Pombo al frente, series de carrera en el campo tres con las que pusieron el punto y final al trabajo sobre el césped de Abegondo.

Los deportivistas siguen poniéndose a tono y superando adversidades. En los últimos tiempos han tenido muchas. Las derivadas del aplazamiento del partido con el Fuenlabrada (decisiones de LaLiga, Tebas y las instancias deportivas), las relacionadas con el coronavirus y, ahora, las meteorológicas.