El escocés Sir Alex Ferguson, que dirigió al Manchester United durante 26 años, fue operado de urgencia ayer de una hemorragia cerebral.
El club de Old Trafford informó de que la intervención a la que fue sometido había ido bien, pero que el extécnico precisa de un periodo de cuidados intensivos, así como que la familia solicita intimidad.
Ferguson, de 76 años, condujo al United a lograr 38 títulos –trece de Liga, dos Ligas de Campeones y un Mundial de clubes– en 26 años de trayectoria en el cargo, que dejó en mayo de 2013.
La última aparición mediática que se le recuerda se produjo el pasado domingo en Old Trafford, cuando entregó al francés Arsene Wenger, entrenador del Arsenal, una placa en reconocimiento a su labor con el conjunto londinense, que dejará cuando termine la campaña.
Antes de conocerse la noticia del ingreso y de la intervención, su hijo Darren, entrenador del Doncaster, no asistió al último partido de la temporada de la tercera categoría del fútbol inglés contra el Wigan por “razones familiares”. Darren Ferguson iba a estar en el banco del Keepmoat Stadium, pero el Rovers señaló que el hijo de Sir Alex pedía “privacidad”.
La noticia del estado grave de Ferguson corrió como la pólvora por el mundo del fútbol, especialmente en el Reino Unido. El eterno rival del United, el City no tardó en expresar desde el club del Etihad su deseo de una “completa y rápida recuperación tras su operación”. 
El capitán de los ‘red devils’, Michael Carrick, indicó que está “devastado” al enterarse de la noticia y que todos sus pensamientos y oraciones están con él y su familia. “Se fuerte, jefe”, publicó en sus redes sociales.