El Atlético de Madrid inicia hoy el descomunal desafío de la Liga de Campeones y el Wanda Metropolitano, escenario de la deseada final, pero antes de un reto enorme en octavos contra la Juventus y Cristiano Ronaldo, que multiplica la complejidad del viaje hacia un destino anhelado.
El estadio rojiblanco espera un lleno y señala el camino para el bloque dirigido por Diego Simeone, que no está ni en su mejor momento ni es el favorito, pero que asume la magnitud del primer obstáculo con la naturalidad y la ambición de un equipo que sabe que el objetivo de los objetivos es la Champions.
Lo es desde hace tiempo, desde que alcanzó su segunda final de la historia, la primera desde 1974, cuando el último suspiro, primero, y la prórroga, después, le apartaron de algo que sentía que era ya suyo en Lisboa, en 2014, o cuando los penaltis le frustraron de la forma más cruel por segunda vez en dos años, en San Siro en 2016.
La revancha está latente desde entonces con una competición que es ya una obsesión para el Atlético, tan inconformista ante los dos golpes encajados como ambicioso en la actual edición del torneo, por mucho que sus propios errores –el 0-0 en la última jornada de la fase de grupos en Brujas– le hayan dirigido hacia un duelo tremendo.
Porque enfrente tiene a la Juventus y a Cristiano Ronaldo, un rival que nadie quería en los octavos de final y que exige la mejor de las versiones para el equipo que se proponga doblegarle, pero que a la vez sitúa al Atlético en una posición que le gusta, alejado de los focos de ser favorito y preparado para romper cualquier pronóstico.
Pero es el Atlético. Se ha ganado a golpe de victorias, gestas y títulos a lo largo de la era Simeone –un total de siete, el último la Supercopa de Europa de este verano– un sitio indudable hoy por hoy entre los mejores equipos del continente y el temor y la desconfianza de cada adversario, sea cual sea el momento del equipo.
Sus cifras como local en la Liga de Campeones también son un aval inapelable. De sus 29 resultados precedentes en la era Simeone, que incluyen una victoria contra el Juventus (1-0 en la fase de grupos de la campaña 2014/15), sólo tres podrían considerarse malos este miércoles: las derrotas 1-2 con el Benfica y el Chelsea y el empate a uno con el Qarabag. 22 de ellos los ganó y cuatro los igualó 0-0; todos desenlaces válidos hoy para abordar la vuelta del 12 de marzo.
Imprescindibles
A su servicio, además, están Oblak y Griezmann, dos hombres determinantes para cualquier desafío que se propongan y dos piezas imprescindibles para el actual Atlético, aún más en los últimos encuentros, resueltos desde las paradas del esloveno hasta los goles y las asistencias del francés, un elemento esencial para quince de los últimos 19 tantos entre todos los torneos del equipo.
Simeone ya ha perfilado su once. La duda está en el compañero de Griezmann en el ataque. Álvaro Morata, enfrentado con su pasado, o Diego Costa. El primero tiene más probabilidades mientras el segundo recupera la potencia después de dos meses y diez días de baja. Lucas Hernández, con una distensión ligamentosa en la rodilla derecha, es la única baja.
Enfrente, la Juventus llega con toda su plantilla a disposición, salvo el colombiano Cuadrado, lesionado, y con el portugués Cristiano Ronaldo como arma especial. El luso, máximo artillero de la Serie A con 19 dianas, le endosó 22 goles a los ‘colchoneros’ con la camiseta del Madrid en 31 derbis, con un balance de 15 victorias, 8 empates y 8 derrotas.