En la marcha triunfal del Deportivo Liceo en el campeonato de la regularidad tiene un papel fundamental el rendimiento defensivo del equipo: solo cuatro goles encajados, la mejor marca de la historia del conjunto verdiblanco en los cinco primeros partidos.
En 42 temporadas –contando la presente– solo en ocho ocasiones ha recibido el Liceo menos de 10 tantos en sus cinco primeros compromisos. Su segunda mejor marca data de la campaña pasada, cuando los hombres de Juan Copa promediaron un gol recibido por encuentro.
La otras fueron la 1981/1982 (7 goles), 84/85 (7), 96/97 (8), 2006/2007 (9), 07/08 (7), 08/09 (5) y 17/18 (6). En ninguna de ellas pudo conquistar el título liguero.
La cifra más repetida es 14, en seis ocasiones, curiosamente la media de tantos recibidos en los cinco primeros encuentros de las temporadas en que se proclamó campeón: 12/13 (14 goles encajados), 92/93 (14), 90/91 (18), 89/90 (19), 86/87 (11), 85/86 (12) y 82/83 (13). Los 19 de la 89/90 es la segunda peor marca de su brillante existencia. La segunda mejor son los cinco de los cursos 08/09 y 19/20.
En esa temporada, casi la mitad de las veces que el Liceo vio perforada su portería en las cinco jornadas iniciales llegaron en el partido inaugural, donde el equipo entonces entrenado por Andrés Caramés perdió por 8-3 en Noia.
Desenfreno
La campaña predecente fue una desenfreno ofensivo y defensivo en las primeras jornadas, con marcadores de los que ya se ven poco o nada: 15-6 al Alcobendas, 5-9 en la cancha del Natación Reus y 5-4 contra el Barcelona.
Precisamente fue el azulgrana el otro equipo capaz de marca ocho goles al Liceo en una de las primeras jornadas. Fue en la 91/92, donde los verdiblancos encajaron en ese clásico del hockey rodado un tanto más que en las otras cuatro fechas.
Los peores datos defensivos de la historia liceísta en sus cinco primeras comparecencias ligueras datan de los cursos 88/89, 94/95 y 15/16, con 20 dianas recibidas.
La primera de ellas es la reseñada anteriormente por las 28 anotadas en solo tres encuentros (Alcobendas, Natación Reus y Barça). En la segunda, el cuadro herculino encajó una docena en dos encuentros, ambos saldados con derrota: 5-1 ante el Piera, en la primera jornada, y 7-3 en Igualada, dos semanas después; lo mismo que en la tercera de esas campañas: victoria por 6-11 en Lleida y derrota por 6-4 en la pista del Caldes.
En la temporada de su debut en la máxima categoría, la 79/80, el equipo dirigido desde el banquillo por José Manuel Campos recibió 16 tantos en la cinco primeras jornadas con una victoria, tres empates y una derrota.