El entrenador de fútbol José Quereda, ‘Pirri’, que desde hace cinco meses reside en Corea del Sur, el segundo país con más infectados por coronavirus después de China, aseguró que en ningún momento se ha planteado volver a España y que la situación, aunque le preocupa, no le da miedo.
“Aunque está siendo todo muy difícil, en ningún momento se me ha pasado por la cabeza volver. Tengo aquí mi vida, soy feliz y no me falta de nada”, afirmó Pirri en declaraciones telefónicas a EFE desde Dongtan, donde dirige la escuela de fútbol base FC Potential.
Pirri, sabadellense de 47 años, llegó al país asiático el pasado mes de septiembre para hacerse cargo de la gestión de esa reconocida escuela de jóvenes futbolistas, situada a unos 40 kilómetros de Seúl, y en la que se entrenan medio centenar de menores de 5 a 14 años de la provincia de Suwon.
Hasta hace una semana, el día a día de Pirri pasaba por entrenamientos, reuniones, tareas administrativas, clases de español, con la ayuda del traductor del club, a las futuras promesas del fútbol y algunos ratos de ocio.
Pero esta normalidad se vio truncada el pasado viernes, cuando la academia tuvo que cerrar sus puertas a causa del coronavirus, que ya ha dejado unos 1.600 infectados en el país, en principio por el plazo de un mes.
“No está siendo fácil. Hace una semana recibimos la notificación de que no podíamos entrenar en la ciudad deportiva y hay una veintena de niños que viven en otras ciudades y no pueden salir de casa”.
Pirri pasa ahora buena parte del día en su casa, donde intenta informarse de la actualidad en España y de la evolución del COVID-19 en Corea del Sur, y siempre que sale a la calle lo hace con mascarilla. Él y el resto de habitantes del país: “Ahora mismo es inviable salir a la calle sin mascarilla. Todos van con ella, desde bebés a ancianos, y en tiendas, restaurantes o cualquier otro negocio tienes que llevarla. Si no -recalca- te pueden prohibir la entrada”. El responsable del FC Potential asegura que “hay nervios e inquietud”.