Pese al buen hacer de su portero Dani Giménez, el RC Deportivo ha sido uno de los peores conjuntos en defensa a lo largo de la primera vuelta, con la friolera de 35 goles encajados tras la disputa de las 21 primeras jornadas del campeonato de la regularidad.
Los de Riazor solo han conseguido dejar su marco a cero en cuatro ocasiones; unos guarismos que marcan sin duda la endeblez de la escuadra dirigida inicialmente por Juan Antonio Anquela y posteriormente por Luis César Sampedro.
Solo tres equipos de los que integran la Segunda División presentan peores guarismos en contra en este primer sector de la Liga: Rayo Vallecano, Oviedo y Racing de Santander han dejado su marco a cero en tres ocasiones, mientras que la Ponferradina de Jon Bolo iguala al Depor con 4 envites sin ver perforada su portería.
La dudosa labor en labores de destrucción de todo el colectivo se ha visto acentuada por la falta de oficio de los centrales blanquiazules.
Con el italiano Michele Somma lesionado durante gran parte de la primera vuelta, la responsabilidad en el eje de la retaguardia le ha correspondido a dos hombres muy cuestionados: Montero y Lampropoulos.
El primero de ellos, de 20 años cedido por el Atlético de Madrid, ha evidenciado claros síntomas de falta de madurez, con actuaciones bochornosas como la del Málaga en Riazor y unas sensaciones de incapacidad casi permanentes.
Hasta el punto de que el club le busca acomodo en otro conjunto —pretende devolverlo en enero a su entidad propietaria—. A pesar de la última victoria ante el Tenerife, el ‘15’ deportivista provocó un penatli evitable y vio tarjeta amarilla por otra mano injustificable.
El andaluz finalizó la contienda arrojando su camiseta a la grada, en un posible signo de adiós al RC Deportivo.
Por su parte, el internacional griego Lampropoulos tampoco ha estado a la altura.