Fernando Hierro, seleccionador español, se presenta en octavos después de tres once diferentes, pero con una estructura casi fija de diez hombres, sólo alterada por la baja en el primer duelo de Dani Carvajal, y una variable por la que han pasado Koke Resurrección, Lucas Vázquez y Thiago Alcántara.
Una base intocable, muy similar a la que tenía ideada Julen Lopetegui, destituido dos días antes del debut ante Portugal, que ha mantenido inamovible durante toda la primera fase de grupos, fuera cual fuera el resultado y el juego del equipo, desde el 3-3 con Portugal al 2-2 con Marruecos, pasando por el triunfo 0-1 a Irán.
El guardameta David de Gea; los defensas Dani Carvajal, con la excepción del primer choque que jugó Nacho por su baja por una lesión muscular, Sergio Ramos, Gerard Piqué y Jordi Alba; los medios David Silva, Andrés Iniesta, Sergio Busquets e Isco; y el delantero Diego Costa han sido los diez indiscutibles de Hierro.
Por líneas, a lo largo de los encuentros, nunca ha tocado ni la portería, con De Gea bajo el foco, pero con la confianza reafirmada del técnico, ni el centro de la defensa Ramos-Piqué ni el lateral izquierdo de Jordi Alba ni el medio centro de Busquets ni el puesto de Isco. Los seis lo han jugado todo: 292 minutos y 15 segundos.
Ni siquiera las dudas defensivas ni la nula profundidad ofensiva durante muchos tramos han desfigurado ese ‘diez’ inicial tipo del técnico, que, salvo cuando la lesión de Carvajal le obligó a contar con Nacho en el lateral, además con un golazo, sólo le ha añadido una variable diferente en cada uno de los tres duelos hasta ahora.
Siempre ha sido en el centro del campo. Dos corresponden al compañero de Busquets en el medio. Koke fue el elegido ante Portugal. Firmó un muy buen partido, pero desapareció del once después. Jugó veinte minutos luego contra Irán y no tuvo ocasión ante Marruecos, donde la selección para ese puesto fue Thiago.
Entre medias, con la certeza de Hierro confirmada después sobre el terreno de juego del repliegue intensivo de Irán, el entrenador apostó por la variante de jugar con un extremo más puro, como Lucas Vázquez, para desbordar por la banda a su adversario. No tuvo el éxito esperado, aunque España finalmente logró el triunfo por 0-1.
En la primera fase han intervenido tres futbolistas más, los tres de perfil ofensivo: Marco Asensio, empleado en dos de los tres duelos -contra Portugal y contra Marruecos-, y los atacantes Rodrigo Moreno e Iago Aspas, también los recursos que buscó en el banquillo Hierro en dos de los tres partidos del torneo, el más efectivo el último, goleador clave en el 2-2 del pasado lunes en Kaliningrado.
Los tres partidos, a la vez, describen que el técnico no ha hecho ningún cambio hasta el minuto 70. Hasta entonces no sustituyó ante Portugal a Andrés Iniesta, primer reemplazado en dos de los tres duelos; hasta el 71 no movió el banquillo frente a Irán, con Koke por el propio Iniesta; y hasta el 74 no lo hizo ante Marruecos, con la doble entrada de Asensio e Iago Aspas por Thiago y Diego Costa.