Ni siquiera el protagonista de la serie MacGyver tuvo que superar tantos contratiempos en un capítulo como ha tenido que afrontar el Laracha en esta temporada. El conjunto rojiverde se vio obligado a gestionar dificultades desde el pasado verano y la cosa no cambió durante la competición. El parón indefinido por la expansión del Covid-19 ha ofrecido al equipo un momento de ‘descanso’, pero si el campeonato se reanuda en el futuro, el Laracha tendrá que lidiar de nuevo con los obstáculos en busca de una permanencia que actualmente se antoja complicada.
La difícil situación rojiverde comenzó ya el pasado curso con el descenso de Tercera y el final del convenio con el Deportivo. Eso supuso la desbandada de futbolistas y obligó al club ha confeccionar una plantilla desde cero. Iván fue el único jugador que renovó pero una lesión le ha impedido debutar en esta campaña.
La directiva apostó por Nando Martínez, exfutbolista del Superdepor, para dirigir a un plantel en el que se mezclaban jugadores con experiencia en Preferente y en Tercera (Toni Insua, Pablo Rivas, Dapo, Ayaso, Geri, Denis...) y nuevos valores con ganas de hacerse un hueco en el fútbol coruñés (Álvaro, Héctor, André Poses, Antón...).
Los comienzos fueron complicados pero dos victorias en las primeras seis jornadas dieron cierta confianza al Laracha. Sin embargo, los resultados cayeron y el club rojiverde se pasó nueve partidos sin ganar hasta colocarse como colista en solitario.
En ese momento salió a la luz la salida de Nando Martínez y también la de Tonecho, director deportivo, delegado del club y principal valedor del técnico. Pero la cosa no quedó ahí. Canito, presidente de la entidad, y Tonecho se enzarzaron en un cruce de declaraciones a través de este diario mientras al Laracha llegaba el carballés Héctor Pena como nuevo entrenador acompañado por el cercedense Javi Fuentes.
Nueva era
El club rojiverde entró en una nueva era pero las dificultades siguieron apareciendo, esta vez en forma de una nueva fuga de futbolistas. Las dos bajas que hicieron más daño al equipo fueron las de Geri y Johny, que se marcharon al Silva. El centrocampista era uno de los líderes sobre el césped y el punta estaba sosteniendo al Laracha con sus goles (9).
No fueron los únicos en salir. Alan, Jairo, Xaco y Álex Alonso también dejaron el Municipal. El Laracha hizo un esfuerzo por suplir las vacantes y poco a poco fueron llegando refuerzos: Álex Figueiras, Aréjula, Dieguito y Bam Bam.
Entre los movimientos de salida y entrada de jugadores y las lesiones de larga duración (Iván, Dani Barca y Capelán), por el Laracha han pasado casi una treintena de futbolistas durante este curso. Una locura para un club que ansía estabilidad.
Por último, cabe destacar que el Laracha ha mejorado ligeramente sus números con Héctor Pena en el banquillo, pero todavía debe subir un par de escalones en su rendimiento para luchar por la permanencia si se reanuda la liga.