El entrenador del Mallorca, Vicente Moreno, admitió que el partido de ida por la final del ascenso a Primera ante el Deportivo de la Coruña será “difícil”, pero insistió ayer en rueda de prensa en que su equipo irá a Riazor “a buscar un buen resultado, que no es otro que ganar”.
“Hay mucha ilusión y ganas, pero también naturalidad porque vamos a jugar contra un equipo de mucho nivel cuya situación es esta: luchar por subir. Nosotros también queremos soñar con conseguirlo”, comentó.
Dos extremos
“Dependiendo de lo que hagamos en Riazor y de lo que ocurra el domingo nos podemos ir de un extremo a otro. Hemos hecho una gran temporada, pero cuando termine el partido (en Son Moix) y no conseguimos lo que buscamos nos sentiremos unos desgraciados”, afirmó el técnico del cuadro bermellón.
“En Riazor será complicado, pero no deja de ser un partido de fútbol, por eso, hay que tomárselo con tranquilidad”, subrayó. Asimismo, elogió al plantel al que se medirá esta noche en el Abanca Riazor. “Tiene dos plantillas de las mejores de la categoría, tampoco esto te asegura conseguir los objetivos. Este partido nada tiene que ver con el de liga. Tenemos que hacer muchas cosas para conseguir lo que queremos”, apostilló.
Resultado abierto
Con respecto al choque de ida de la eliminatoria, Moreno espera que el Deportivo no se vaya con un marcador favorable, como le pasó ante el Málaga: “Tenemos que intentar que el partido de casa no sea decisivo, al menos para ellos. Un buen resultado es ganar en Riazor”, afirmó el preparador de la escuadra balear.
Confianza del grupo
“Confiamos en los jugadores que tenemos, en su ilusión, en las ganas que tienen”, remarcó Moreno.
Asimismo, el técnico hizo un guiño a la afición mallorquinista. “Hay que intentar que juntos lo consigamos, podría ser un éxtasis absoluto. Me siento muy agradecido, llegué en un momento difícil, pero desde primer momento me he sentido muy aceptado y luego también es cierto que los resultados han acompañado”.
Una única duda
El técnico, que es probable que repita el once que usó en el Belmonte, cuenta con la duda del ariete Budimir, que arrastra unas molestias que le impidieron jugar ante el Extremadura y el Albacete.