La resbaladiza montaña rusa de Portimao examinó las habilidades de los pilotos, que sufrieron con las curvas ciegas y las elevaciones de un circuito que se estrenó en la F1 con dos banderas rojas y el dominio del Valtteri Bottas.

Después de haber tenido que retirarse en la anterior prueba, el GP de Eifel, por problemas con su unidad de potencia, el finés está dispuesto a recortar una distancia que parece insalvable (casi 70 puntos) respecto a su compañero de equipo, Lewis Hamilton.

Bottas no tuvo rival en las dos primeras sesiones libres, que han servido a los pilotos para reconocer un circuito que se las trae. Algunos lo conocían, como Hamilton, de los test en 2008 y 2009 (aunque entonces tenía dos curvas más). Otros también habían rodado en él en categorías inferiores, y todos lo habían intentado memorizar en los simuladores para llegar con la lección aprendida.

Sobre el complicado trazado, sin embargo, no tardaron en aparecer las complicaciones por la falta de agarre de los monoplazas y el diseño de la pista. Uno de los primeros en probarlo fue Carlos Sainz, sexto por la mañana y quinto en la sesión vespertina.

El madrileño abrió pista y marcó el tiempo de referencia en los primeros minutos. Primero con neumáticos duros y, posteriormente, con medios, fue el que más rodó en la tanda matinal.

Max Verstappen protagonizó el primer trompo. Vendrían unos cuantos más a lo largo del día. Hamilton tardó en aparecer por el box. Sabe que lo tiene todo de cara para ganar el Mundial, así que no hay necesidad de arriesgar, menos en una práctica. 

Banderas rojas
Por la tarde, la primera bandera roja salió por un incendio en el Alpha Tauri de Pierre Gasly.El tiempo se echaba encima, muchos calzaron los neumáticos blandos para batir registros, y Verstappen se llevó por delante a Lance Stroll. segunda bandera roja.

Hoy se disputan los terceros entrenamientos libres, previos a la calificación que ordenará la parrilla de salida de mañana en Portimao.