Vetter, líder mundial del año en jabalina con una marca de otros tiempos, se alzó con la medalla de oro en la final de los campeonatos del mundo, aunque con un margen más estrecho de lo que apuntaba el ránking.
Su marca de la primera ronda (89,89) resultó al final ganadora frente a los checos Jakub Vadlejch, que logró el mejor lanzamiento de su vida con 89,73, y Petr Frydrych, discípulo de Jan Zelezny, que con 88,32 arrebató el bronce a uno de los favoritos, el alemán Thomas Rohler (88,26), actual campeón olímpico.
Vetter rompió la barrera de los 90 metros en la calificación y estaba acompañado en la final por otros dos alemanes, Thomas Rohler y Andreas Hofmann, que le siguen en la lista mundial de la temporada.
No se le podía escapar el título a Alemania, el tercero de su historia y el primero desde que Matthias de Zordo venció en Daegu 2011. Pero al final no hubo mano a mano entre los dos lanzadores de Jena. Los checos se interpusieron entre los dos.
El trinitense Keshorn Walcott, campeón olímpico aquí en 2012, terminó séptimo con 84,48, y el keniano Julius Yego, sorprendente campeón mundial en Pekín 2015, decimotercero y último con 76,29.