El bando croata celebró hace veinte años, en 1998, su mayor logro en una cita mundialista. La generación de Davor Suker y Robert Prosinecki mordió la medalla de bronce en un torneo memorable, con triunfo de la anfitriona Francia.
Inglaterra debe viajar más lejos, hasta 1966, para encontrar su momento de mayor inspiración, con la coronación de los legendarios Bobby Moore, Gordon Banks, Bobby Charlton...
Tras 28 años de ausencia en las semifinales –su última aparición fue en Italia’90–, los ‘Three Lions’ transmiten convicción, ilusión y firmeza. “Hemos hablado entre nosotros del equipo que fue campeón, de cómo su éxito se celebra y de cómo el país los reverencia todavía”, manifestó el técnico inglés Gareth Southgate. “Quizás en esta era moderna, de las redes sociales, el impacto sería mayor”, consideró.
Los proyectos de los dos semifinalistas tienen, de hecho, algunos lazos comunes y es que los seleccionadores, tanto Southgate como Zlatko Dalic, fueron requeridos en situaciones de extrema urgencia.
El preparador de Watford, de 47 años, era el responsable del plantel sub-21 cuando se produjo el cese de Sam Allardyce, apenas dos meses después de haber asumido el cargo, tras descubrirse que hacía de intermediario para burlar las leyes británicas del mercado de fichajes.
Su forzosa llegada al banquillo marcó un punto de inflexión en la selección. Revitalizó al equipo y convirtió a un joven plantel en un grupo tan ambicioso como osado, con Harry Kane como factor diferencial en el ataque. Inglaterra encontró, además, al portero fiable que tanto aguardaba –Pickford– y a un nuevo líder defensivo –Stones– para completar un equipo sobrado de talento con Sterling y Dele Alli.
“Desde la derrota ante Islandia en los octavos de final de la última Eurocopa sabíamos que las cosas debían cambiar”, convino Dier. “No podía volver a ocurrir algo así”, agregó.
De una situación crítica también salió reforzada Croacia, al que igualmente el cuadro vikingo negó la clasificación directa para el Mundial. Vía repesca, ya con Dalic al mando, merecieron un lugar en Rusia sabiéndose “un país pequeño, con grandes sueños”.
“Para nosotros es increíble estar en semifinales. Estamos contentos y orgullosos, pero no queremos parar aquí”, adelantó Rakitic. Él es, junto a Modric y el portero Subasic, quien capitaliza el halagüeño presente de los Vatreni. El ‘4’ culé, portando el ‘7’ con su selección, anotó los penaltis definitivos en las tandas que decidieron a su favor los octavos y cuartos de final ante Dinamarca y Rusia.
El bando inglés asimismo pasó por esa suerte en la primera ronda eliminatoria, ante la escuadra de Colombia, pero pasó sin sufrimiento la prueba de cuartos ante Suecia (2-0). En semifinales tratará de aprovechar su mayor descanso para aproximarse al colosal reto de dominar el mundo. Un envite de poder a poder ante la valerosa Croacia le acercará o alejará de esa hazaña.