Adrián Martínez, exjugador de Fabril, As Pontes y Somozas, recala en el Cerceda. El polivalente futbolista coruñés le dará soluciones al equipo de Ángel Cuéllar tanto en el centro del campo como en la línea defensiva. Después de una breve estancia en Segunda B en el Somozas, Adrián recala en uno de los aspirantes al campeonato.

- El de Adrián es uno de los pocos fichajes del mercado de invierno en la Tercera.
- Estoy ilusionado porque ficho por un buen club. Conozco a todos los compañeros y sé cómo es el club de cuando estuvo mi hermano allí hace unos años. Siempre está arriba, luchando por la fase de ascenso. Llego a un equipo ambicioso.

-¿Cómo fue la experiencia en el Somozas?
-Cuando fiché en verano sabía que tendría que luchar mucho por el puesto, pero las circunstancias se dieron así. Intenté hacerlo lo mejor posible pero, al final, entre el míster y yo decidimos que, si no iba a tener muchos minutos, sería mejor que cambiase de aires.

- ¿Fue un paso atrás fichar por el Somozas?
- No me arrepiento de esa decisión. Estaba concienciado de fichar por el Somozas y creo que fue una experiencia muy positiva. Me llevo buenos amigos y solo tengo buenas palabras para la gente del club.

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- ¿Cambia mucho competir en Segunda B de hacerlo en Tercera?
- No creo que sea un cambio tan drástico como puede parecer. Lo que más noté es la condición física. Casi todos los equipos basan su juego en el físico. Vi muy pocos que optaran por jugar el balón. Hay algunos jugadores de calidad y el resto son muy físicos.

- Adrián no es un futbolista que destaque, especialmente, por la condición física.
- Sabía que iba a tener ese hándidap. Mi condición física no ayuda al no ser muy corpulento y sabía que iba a sufrir.

- ¿Cómo surgió la opción de recalar en el Cerceda?
- A los tres días de rescindir en Somozas me llamó Cuéllar.