La confianza de haber estrenado su casillero de victorias permite al Racing encarar en mejor disposición el partido que lo enfrenta al Zamora esta tarde –17.00 horas, A Malata–. En un campeonato tan compromido, en el que las 18 jornadas de la primera fase determinarán qué tres equipos siguen en la lucha por un ascenso a Segunda que tiene muchos pretendientes, el equipo ferrolano no quiere dejar la oportunidad de asentarse cuanto antes en esas posiciones a las que aspira.
Para ello pretende ir mejorando paulatinamente a todos los niveles. Es, al menos, lo que percibió en el partido de la semana pasada frente al Celta B y lo que espera confirmar en el de hoy. Esa evolución pasa, sobre todo, por ser un grupo solvente a nivel defensivo para, a partir de ahí, sacar partido de la calidad de su gente ofensiva. Si, además, el cuadro verde es capaz de tener los partidos más o menos controlados, con y sin balón, ganar en ellos estará mucho más cerca.
Por primera vez en lo que va de campeonato, el Racing además dispondrá esta vez de toda su plantilla al completo después de que Quique Fornos cumpliese la sanción que arrastraba de la temoporada pasada. Eso le dará el entrenador del equipo ferrolano, Emilio Larraz, más margen para emplear la dos disposiciones tácticas que ha venido empleando –una, con una línea defensiva de cuatro efectivos; otra, formada por tres centrales y dos carrileros–. Será la manera en la que el cuadro verde afronte lo que pide cada momento.
El Zamora llega a A Malata como líder del subgrupo 1-A gracias a las dos victorias con las que ha empezado el torneo de la regularidad –es uno de los diez equipos que lo ha conseguido de los 102 que participan en la categoría–. Es el reflejo de que el cuadro castallano continúa en la buena dinámica que la campaña pasada significó el ascenso.