El Basquet Coruña, que tuvo a última hora la importante baja del ala-pívot Quinton Stephens, vio frenada su inercia positiva a orillas del Pisuerga, donde cosechó una doble derrota: perdió el primer partido de la segunda vuelta y el basket average particular con el Ciudad de Valladolid, un potencial rival por los playoffs.
Un desenlace que no se podía atisbar al final de un primer cuarto dominado con autoridad por los jugadores de Gustavo Aranzana, a pesar de haber empezado perdiendo por 4-0. Pino, que sí mantuvo su inercia, tiró de la ‘marea naranja’, que cerró el acto inaugural diez arriba (12-22).
Un triple de Xavier en los primeros compases del segundo cuarto dio al Basqquet Coruña la que sería su máxima ventaja en todo el encuentro (16-30). Pero a partir de ahí, el partido cambió por completo. El técnico local, Paco García –discípulo de Aranzana– llamó a los suyos a capítulo, ajustó una defensa hasta el momento demasiado permeable y el resultado fue óptimo: parcial de 12-3 para mandar el partido al descanso con 28-33.
Pesadilla De la Fuente
El paso por los vestuarios no acalaró las ideas de los visitantes, que siguieron encajando y sin anotar. El Ciudad de Valladolid agregó seis puntos más su racha y retomó el mando en el marcador (34-33) tras dos tiros libres anotados por una pesadilla llamada Sergio de la Fuente.
El ‘pequeño’ ala-pívot (1.98 metros) local dio un cursillo de clase y efectividad ante la impotencia de los interiores visitantes, que no estuvieron a la altura y no supieron aprovechar la baja por lesión del habitual ‘5’ titular del equipo pucelano, Bradley Hayes.
Un triple de Pino dio al BC su última renta relevante (36-42). Trece puntos seguidos de De la Fuente resucitaron al conjunto castellano, que legó al acto final con una canasta de ventaja (54-52).
Los primeros minutos fueron un intercambio de canastas –no demasiadas– que mantuvo al equipo local con rentas exiguas. El último coletazo del Basquet Coruña sería un triple de Sabin (63-61), porque en ese momento se calvó de nuevo en ataque y permitó que los triples que no le habían entrado al Valladolid en los primeros 25 minutos lo hicieran en el tramo más importante del encuentro. Uno de Kazadi, a 112 segundos del bocinazo final, dio la puntilla (71-63) a los de Gustavo Aranzana.