Historia victoria ante el Celta de un Ural que está haciendo una primera temporada en División de Honor Juvenil para enmarcar. Un gol de Salgado, otro en propia puerta, el catenaccio del segundo tiempo y dos expulsiones, las claves para superar y ganar al líder.
Parecía tener un plan claro el Celta además de asumir la iniciativa con el balón, algo que se presuponía antes del partido. Los centrales tuvieron mucho tiempo la pelota en los pies aunque sin gran trascendencia, el lateral derecho jugó de extremo en la fase ofensiva porque el teórico extremo en el 1-4-2-3-1 (Martín) abandonaba continuamente la banda para ocupar zonas interiores. En cambio, en la banda izquierda, tanto el lateral, que en alguna salida de balón se desplazó hacia dentro, como el extremo, jugaron por fuera. Willy, el ‘6’ y pivote defensivo, estuvo lento con y sin balón y fijo en la posición; y Miguel, el ‘8’ y teórico mediocentro ofensivo, ocupó más tiempo del debido la posición de lateral derecho, alejado de la zona en la que debía tener influencia en el juego. Al equipo vigués le faltaron situaciones de uno contra uno, abusó del pase y, con el paso de los minutos y a medida que se acentuaba el repliegue del Ural y se quedó sin profundidad, convirtió su juego en previsible y plano.
Un centro (o cambio de orientación) desde el costado derecho acabó con el esférico cerca de la frontal, donde Salgado le ganó la partida al defensa que intentó despejar, se coló en el área y, ante la fragilidad del rival, acabó finalizando (1-0) desde dentro del área. Ventaja de oro para el Ural que solo duró tres minutos, ya que un centro del lateral/extremo Javi terminó en la cabeza de Álvarez, que remató sin oposición (min.11) en el borde del área pequeña.
La puntilla
El 1-1 no era malo para el Ural, que en el 17 aprovechó un error del Celta en salida de balón para que Juan Cambón recuperase la pelota en tres cuartos de campo, condujese hasta acercarse al balcón del área y soltase un tiro raso que se fue a saque de puerta muy cerca del palo de la portería rival. La fortuna le sonrió al equipo de Diego García en el minuto 43, cuando un balón al área de Óscar de Castro desde la derecha provocó una falta de entendimiento entre Barcia, capitán y central del Celta, y su portero. El defensa metió la cabeza con miedo y el cuero acabó en la red sin necesidad de que nadie más interviniese en la jugada.
En la segunda parte, el Ural, con una línea de cuatro muy solvente a nivel defensivo, con el equilibrio de Barbeito, la disciplina de Dani Pájaro y el recorrido del MVP Barba, hizo un repliegue intensivo y el Celta no fue capaz de encontrar profundidad ni peligro. El equipo verde estuvo más cómodo en el partido que su rival, que cambió el sistema dejando solo a tres defensas en el 60 y a dos en el 75. Barba hizo el jugadón del partido en el 78 que acabó con dos expulsados del Celta y el partido murió.