El Depor mejora, es una evidencia, pero no lo es menos que no es suficiente para conseguir el ansiado y esquivo triunfo. Aunque concedió más ocasiones al Lugo que al Alcorcón en la pasada jornada, también gozó de claras opciones para marcar, pero entre el escaso acierto atacante y las paradas de Cantero, no fue capaz de conseguir el tan anhelado tanto. Una vez más, sequía en las dos áreas; y un solo punto, que no es suficiente para comenzar a escalar pensando en salir del pozo.
Aunque salió intenso el once coruñés y manejó la pelota en el inicio, el Lugo respondió muy rápido al dominio inicial y tuvo una ocasión muy clara de Manu Barreiro, cuando el crono tan solo había consumido tres minutos y pocos segundos. Dani Giménez, bien situado bajo los palos, respondía con una buena parada atajando el esférico.
Los lucenses siguieron atacando y arrinconaron al Deportivo en su área. La solución fue defender sin contemplaciones hasta que los de Luis César pudieron construir alguna jugada ofensiva. Tras un intercambio de golpes en el medio del campo, con pocos argumentos balompédicos de mención, los de Marineda dispusieron de una clara oportunidad para romper el empate inicial con un cabezazo de Mollejo que Cantero envió a córner en una gran intervención.
Siguió el conjunto herculino intentándolo y, a la media hora, Aketxe ensayó entrando por la izquierda a pase de Peru para enviar el balón pegado al poste. Eran buenos momentos blanquiazules (ayer de verde con la tercera equipación) pero rápidamente encontró la escuadra coruñesa la contestación local, con dos ataques seguidos en los minutos 32 y 34, que hicieron temblar a la defensa deportivista.
El partido era de los dos contendientes. Acto seguido era Aketxe el que lo intentaba desde media distancia pero la pelota no cogía la dirección correcta y se perdía por la línea de fondo. Volvía a dominar el equipo de Luis César y, en el 37’, Mollejo, de nuevo de cabeza, tenía otra opción para marcar pero Cantero estaba muy bien situado para blocar la pelota sin contemplaciones. Con el empate sin goles se llegaba al descanso.
Cambios
La segunda parte comenzó más o menos igual que la primera, con los dos equipos intercambiando acciones de ataque pero siempre con seguridad en sus retaguardia. Era un ‘toma y daca’ pero se intuía que el Depor realizaría cambios pronto.
A los 52 minutos, Vicente remataba tras una buena acción de Mujaid, que ganaba la línea de fondo, antes de un pase hacia el canario que mandaba fuera. Repetía a los pocos segundos el Depor. De nuevo un activo Mollejo ensayaba a pase de Peru.
Le tocaba al Lugo y Rahmani enviaba un balón envenenado desde la frontal que precisaba de una buena intervención de Dani Giménez. Se llegaba a la hora de encuentro y Borja Valle entraba en el césped en lugar de un desdibujado Aketxe.
El Anxo Carro casi cantaba el gol cuando Dani Giménez salía en falso en un remate de Manu Barreiro que se marchaba alto. Los rojiblancos pedían penalti pero el colegiado no ‘picaba’. Ni tan si quiera tenía que consultar con la tecnología del VAR, ni actuaba éste ‘ de oficio’.
Continuaba el choque con la misma partitura, una obra interpretada por dos equipos que se contestaban en el campo con jugadas de ataque. Romas, poco claras en la mayoría de las ocasiones, pero ofensivas a fin de cuentas.
En esta ocasión, en el 68’, era Koné el que disponía de una nueva opción en vanguardia con un disparo que impactaba en un defensa lucense y se iba a córner. Todos los lanzamientos de esquina blanquiazules –otro dato a analizar para trabajar en ello– fueron bastante mal botados. O al primer palo, donde siempre había un jugador rival, o demasiado pasados, a tierra de nadie, perdiéndose por la banda.
Entre el minuto 70 y el 77 el partido se frenó por los cambios de ambas escuadras pero el colegiado, que solo descontó dos al final, estimó rapidez en las sustituciones. Las escuadras en litigio no firmaron un armisticio, no sellaron el empate.
La evidencia está en que se pasó de una ocasión de Koné, en el 78, a otra de Cristian Herrera en el 85. Los últimos minutos también fueron de los dos equipos, aunque el partido finalizó en el área del Depor.
El vaso vacío
Es cierto que el equipo coruñés mejoró en los últimos partidos ante Alcorcón y Lugo. En todas las líneas, frenando la sangría goleadora y atacando con alguna idea más que el simple balonazo o las conducciones erróneas que acaban en los pies del rival.
El cambio de sistema parece haber asegurado muchos cabos sueltos en la retaguardia, pero en vanguardia el sexto tope salarial no anota goles. Y este asunto va de marcar más que el rival. Mollejo, en punta, lo remata casi todo (es una garantía), pero ayer no tuvo ni pizca de suerte, mientras que Koné suele rendir siempre por encima de sus compañeros. Sin faltas para Aketxe, al que los rivales tienen bien estudiado, y con poca efectividad en los disparos a media o larga distancia, toca mejorar mucho en acciones ofensivas.
Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío en cuanto a juego. Es evidente; pero sigue sin puntos y volvemos con el tópico: Hay que ganar ya.