El Celta dio un paso de gigante en su carrera por evitar el descenso, después de vencer por 1-0 al Leganés en un partido en el que jugó 70 minutos con un hombre menos, en un partido que desequilibró Iago Aspas con un sutil remate en una falta latera.
Toda la placidez del partido -un único disparo de Kevin para el Leganés en veinte minutos- quebró mediado el primer tiempo con la expulsión del centrocampista celeste Filip Bradaric.
El árbitro Munuera Montero castigó con tarjeta roja la falta a Bustinza, una decisión muy protestada en Balaídos, entre otras cosas porque en una acción similar el mismo colegiado no expulsó el pasado fin de semana desde la sala del VAR al jugador del Real Madrid Gareth Bale.
La expulsión alteró al Celta. Lo desquició. Se metió en una dinámica de protestas, se descolocó en el campo. Fue como si saliese del partido durante los minutos de desconcierto.
El Leganés, más libre en la zona central del centro del campo, apretó hasta el descanso. Avisó con un cabezazo de Awaziem que despejó Rubén; minutos después Rubén Pérez lanzó desde lejos; Javi Eraso probó con un tiro raso que atajó el portero; Recio cerró la primera parte con una peligrosa volea.
El Leganés salió del vestuario con la idea de dominar el encuentro. Subió sus líneas de presión para inquietar al Celta y se acercó con algo de peligro al área, un tiro lejano de Óscar y varios centros laterales.
Revolución
Con un jugador menos, el equipo gallego tuvo problemas para combinar. Se asomó poco en ataque, temeroso de cometer algún error y dejar su defensa desamparada.
Todo se revolucionó en el minuto 58. Aspas y Denis se asociaron pero resbaló Rafinha en el momento del lanzamiento. Fue la primera aproximación celeste, que continuó con una falta de Óscar Rodríguez a Denis Suárez que el árbitro sancionó con tarjeta roja. Munuera Montero se precipitó con la expulsión.
La sala del VAR le avisó del error. Consultó el lance con imágenes y le retiró la roja a Óscar Rodríguez.El Celta recogió premio de esa falta latetal. Olaza metió la pelota en el área a media altura y Aspas, con un toque sutil ante los defensas, remató a gol con el interior de su bota.
Ese tanto alivió la ansiedad de Balaídos. El Celta se resguardó atrás para proteger su ventaja. Dominó el Leganés pero le faltó pegada, le sobraron nervios, las prisas por querer empatar. Su ocasión fue un cabezazo de Carrillo, más allá de varias llegadas sin finalización. El conjunto de Javier Aguirre se estrelló contra la resistencia gallega, una defensa numantina del decisivo gol de la estrella Iago Aspas.
El entrenador del Celta, Óscar García Junyent, no escondió la importancia del triunfo de su equipo ante el Leganés, en un partido condicionado por la expulsión en el minuto 22 del centrocampista Bradaric. “En directo no me pareció roja porque van los dos a la disputa del balón. El jugador del Leganés está con la pierna levantada”.