El Real Madrid cosechó la mayor derrota más abultada de su historia en la Liga de Campeones, un 0-3 ante el CSKA, con claves como la falta de tensión competitiva por tener sellada la clasificación como primero, la elección del once de Santiago Solari, una defensa inexperta o el apagón de Isco Alarcón.
Falta de tensión
El Real Madrid ha perdido una de las claves de su éxito, la lucha hasta el final ante las adversidades. En contadas ocasiones esta temporada se levanta cuando recibe un golpe. Le falta tensión competitiva. Es indiferente que jueguen aquellos que lo han ganado todo o que lo hagan los más jóvenes, es un mal síntoma extendido en un grupo que es incapaz de instalarse en una regularidad en los resultados y el juego. Ante el CSKA, salió con la posibilidad de divertirse en un trámite con solo el prestigio en juego y en cuanto recibió un golpe fue incapaz de responder con autoridad para acabar dando muestras de impotencia.
La elección del once
En su búsqueda por encontrar razones a una derrota sonrojante, el argentino Solari asumió culpas por la elaboración del once y apuntó a los más jóvenes. Muchos de ellos son los que menor parte de culpa tienen, viendo el despliegue físico de Fede Valverde, el trabajo de Llorente, el atrevimiento de Vinicius y la continua búsqueda del gol de Marco Asensio. Jugadores de peso como Marcelo mostraron que están muy lejos de un físico adecuado, Isco no ejerció de líder, Benzema estuvo desaparecido, Bale con temor a lesionarse y Kroos reapareció sin estar a tope.
Una defensa inexperta
El descanso concedido a Sergio Ramos y Varane más la ausencia por lesión de Nacho, provocó una pareja de centrales inédita y que difícilmente podrá repetirse en toda la temporada: Jesús Vallejo-Javi Sánchez. El primero sin ritmo de competición tras varias lesiones, intentando llevar la voz de mando en la defensa sin éxito, con poca confianza y muchas dudas; el canterano dejó el peor de sus partidos con el primer equipo, fallando en goles por no encimar y conceder espacio a los rivales, sintiéndose desprotegido sin la figura de un defensa con experiencia a su lado que le asesorase.
Falta de pegada
El Real Madrid ha sido incapaz de hacer un gol al CSKA en sus dos partidos. A la impotencia de Moscú le sumó la falta de puntería en el Bernabéu. Desde el 27 de abril de 2011 no se quedaba sin marcar jugando de local. 44 partidos consecutivos haciendo gol que se cerraron por falta de pegada en las ocasiones de las que dispuso. Hasta 25 remates, siete a puerta incapaz de superar a Akinféev y estrellándose con la madera en un disparo que buscaba la escuadra de Asensio.
El apagón de Isco
El peor de los momentos que vive Isco desde que llegó al Real Madrid, sin la confianza del entrenador y enfrentándose a la afición del Bernabéu cuando fue silbado, escenifica por lo que está pasando. Incluso lanzó una pregunta a la afición en dos ocasiones (“¿qué queréis?”) tras fallar una ocasión. Ha pasado de ser el referente con Lopetegui a no contar para Solari. Recibe pocos minutos en partidos grandes y le toca reivindicarse en los menos atractivos. Su exhibición ante el Melilla le sirvió de poco al siguiente encuentro y cansado de su situación, de las críticas por el peso y otras noticias que condicionan la opinión del aficionado, reaccionó como no debía.