Es la futbolista de la primera plantilla que menos minutos ha disputado esta temporada sin contar a Mérida y Érika, que se marcharon al Alavés en el mercado de invierno. “Me encantaría jugar más y fastidia mucho, por no decir algo peor, pero si no juego es porque tengo delante a unas compañeras que están a un nivel altísimo”. Habla Miriam Ríos Barreiro (2 de diciembre de 1987, A Coruña), una de las capitanas del Depor Abanca, la más veterana y la única coruñesa.
Delantera centro que hace años despertó el interés del Barça y otros grandes clubes, se reconvirtió a central después de sufrir dos graves lesiones de rodilla. La llamada del Depor es un sueño cumplido para una futbolista que lleva el escudo cosido al corazón. Su valor sentimental en el vestuario es incalculable. Y también el cariño que despierta entre la afición. Se lo ha ganado a pulso con su cercanía y atención.
“Creo que estar cerca de la gente es importante. No me cuesta nada y siempre intento sacar tiempo para contestar porque creo que así la gente se engancha mucho más y en el fútbol femenino lo necesitamos”, valoraba en una entrevista con este diario.
Imagen de la campaña
“Quen teña honra, que me siga”, es el grito de Miriam y de todo el deportivismo esta temporada. La defensa es la imagen de la campaña blanquiazul, caracterizada como María Pita, la mítica heroína coruñesa: “Acepté porque me encantan esas cosas y porque es más visibilidad para el fútbol femenino. Paso bastante desapercibida porque en el vídeo salgo sin gafas y tampoco estoy mucho en la calle”.
No pasa mucho tiempo en la calle porque casi no le llegan las horas del día entre el trabajo, los estudios y los entrenamientos con el Depor Abanca. Técnica Superior en Educación Infantil, además cursa el grado de Educación Infantil.
Por su condición de educadora y porque pertenece a una generación que vivió el crecimiento del fútbol femenino, desde los campos de tierra hasta los grandes estadios, Miriam es un apoyo para las más jóvenes de la plantilla y también para las chicas que aspiran a ser futbolistas.
Comprometida
Una de las pocas jugadoras del Depor que no se encuentra a jornada completa, celebra la firma del convenio colectivo. A sus 32 años las nuevas condiciones le llegan un poco tarde, pero la capitana lo vive todo con la misma ilusión que el primer día.