El rendimiento de Pedro Sánchez en su primera campaña con el Deportivo fue irregular. El alicantino arrancó con fuerza, siendo uno de los titulares habituales para Natxo González. Pero a mediados de septiembre, desapareció del equipo y ya prácticamente no contó para el técnico vitoriano.
El relevo en el banquillo blanquiazul, con la llegada de José Luis Martí, concedió una 'vida extra' al mediocampista, que volvió a tener peso en el equipo y fue un jugador importante en la recta final del curso.
Su potente y precisa pierna derecha le convirtieron en un jugador clave en las segundas jugadas y, sobre todo, a la hora de colgar faltas al área buscando un rematador.
Aunque la primera temporada de Pedro Sánchez como deportivista no puede calificarse con una gran nota, sí que terminó dejando un regusto positivo por el rendimiento del alicantino en las últimas jornadas de la liga regular y en el playoff de ascenso.
Marcó el gol del triunfo contra el Zaragoza en La Romareda en la trigésima séptima jornada (0-1), pese a disputar tan solo los últimos nueve minutos del encuentro, anotó el segundo tanto de la victoria sobre el Elche en Riazor (2-0) en el choque que cerró la liga regular y que selló la clasificación del Deportivo para la promoción de ascenso, y consiguió la segunda de las cuatro dianas que le endosó la escuadra coruñesa al Málaga en el estadio herculino en la ida de la primera eliminatoria del playoff (4-2).
Aunque solo repartió dos asistencias en toda la temporada, fue una de las primeras opciones del equipo a la hora de sacar los córners y colgar las faltas al área. De hecho, fue el cuarto jugador del conjunto coruñés que más centros efectuó, con 78. Tan solo le superaron los dos laterales izquierdos (Saúl y Diego Caballo), además de Fede Cartabia.
El mediocampista disputó 21 partidos de liga regular y los cuatro del playoff, siendo titular en 17 de ellos.