Reitero mis apreciaciones en cuanto al rendimiento de la plantilla blanquiazul. Escuchándolos, en la parafernalia mediática que rodea las vivencias de Riazor, se entra en un mundo idílico: entrenador idóneo que saca lo mejor de ellos, compañeros 'guays', ambiente de trabajo inmejorable y todo ello, 'adorado' por una afición excepcional, que los lleva en volandas y totalmente entregada a la causa. Entonces viene la pregunta: ¿Por qué no se progresa adecuadamente?
Pues siguiendo una norma que siempre mantuve en mi relación con el deporte, es porque no se tiene la suficiente presión, la misma que obliga a una concentración extra en los momentos más delicados.
Salvo en contadas ocasiones, los equipos son como sus entrenadores. Tanto tácticamente, como en su propia personalidad. Según se nos ha vendido desde la propia casa, Garitano fue elegido, en el famoso casting, por representar la filosofía de 'técnico de club'. Pero veo que dentro de los requerimientos previos, no debía estar la característica de 'transmitir' competitividad.
Para ello no hace falta ni ser mala persona, ni ser un negrero. Simplemente hay que trasladar lo que el equipo necesita para hacerle frente a todas las dificultades. Vamos... Que hay que ser 'duros'.
En este aspecto, no se avanza. Hay 'picos' donde, por circunstancias, los partidos se saldan con buena nota en general. Pero son espejismos, no hay continuidad. Se depende mucho del tipo de rival que esté enfrente.
Cuatro victorias en lo que va de liga, muy pobre bagaje. Lo normal, es que pasase algo, que saltasen las alarmas. Pero aquí, no pasa nada. Si se gana, 'maravilloso'; si se empata, 'un puntiño' y si se pierde, 'hay que seguir'. No digo que se tenga que cesar al entrenador a estas alturas, ni mucho menos. Traslado que el equipo necesita, como decían los hermanos Marx, "... Más madera".
El presidente comienza a dar síntomas de cierta preocupación. Ya ve alguna que otra oreja del lobo. La suerte es que los tres de abajo, están muy tocados. Pero esto puede cambiar, un par de victorias seguidas...además, porconocimiento de causa, los finales de campeonato son propicios a las grandes sorpresas.
Este viernes, choque clave. Viene el Betis con la moral alta. Toca pues... Menos 'pico' y más efectividad. La lluvia que anuncian no debe ser excusa para asistir a Riazor. La afición es sabia y ofrecerá, lo mejor de sí.
Un último apunte herculino. Cada vez que pienso que hay temporal y me toca ir a Riazor me entra la 'depre'. Y no es precisamente por un tema deportivo. La gotera que tengo delante de mi asiento y el vecino que parece una chimenea con su cigarrillo electrónico, me traen de cabeza.
Cambio de tercio y traslado de nuevo mi admiración deportiva hacia Rafa Nadal. No dudo en afirmar que representa al mejor deportista español de todos los tiempos. Grande en la pista y fuera de ella.
Finalizo... Siempre, circunstancialmente, que veía en la televisión alguna transmisión de Campeonatos de Europa o Mundiales de patinaje sobre hielo, me preguntaba si algún día sería posible ver a un español compitiendo a ese nivel. Me parecía prácticamente imposible. Pues no, estaba equivocado. Javier Fernández se ha colocado en la cima. Casi siempre... Querer es poder.
Como siempre un placer.
