Esta semana se reunía el Consejo de Administración y al término de la misma ratificaba su intención de continuar en la lucha por reconducir la mala situación del primer equipo masculino. Parece oportuno que el Presidente confirme su intención de seguir al mando del Club tras unas semanas donde los rumores apuntaban al hartazgo del Consejo y su incapacidad para corregir el rumbo del equipo.
Incluso para los poco observadores se intuye la sensación de que las cosas no van bien en la Plaza de Pontevedra. Poco ha se ha mejorado con el cambio del Consejo y mucho menos el del responsable del banquillo. No se trata de buscar culpables pero la única tecla que falta por tocar es la de la dirección técnica. La llegada de Carmelo del Pozo para conformar una estructura deportiva del RCD no está dando el resultado previsto. Del Pozo está siendo cada vez más discutido por la afición. Sus decisiones en la configuración de la plantilla se empiezan a percibir como erráticas, con bajas incomprensibles y altas que no están dando el resultado previsto.
Cierto es que en menos de dos temporadas que lleva en el puesto no se pueden sacar conclusiones en una parcela que precisa un mínimo de tres o cuatro años para ver sus frutos. Pero, como decía, no se ven trazas de mejora sino todo lo contrario.
Con el Depor atascado en el último puesto de la categoría empiezan a surgir dudas de su influencia en el rendimiento del equipo. Eso sin añadir sus intromisiones en el trabajo de los entrenadores que él mismo eligió. Sería interesante conocer el diagnóstico de Natxo González, Anquela - entrenadores que se marcharon sin una mala palabra- sobre cómo perciben la situación de la entidad coruñesa.
En cualquier caso el aficionado no se merece ir al campo para ver a un equipo sin ganas, sin esquema, sin Fe en sus posibilidades y con errores achacables a falta de concentración o de garra. No hay equipo o así se percibe.
Pocas teclas quedan por tocar pero el Consejo debe de ser consciente que la figura del actual director deportivo sólo añade presión a quienes bajan al campo todas las semanas, es decir, a entrenadores y jugadores. Habría que revisar si las funciones de Carmelo del Pozo aportan soluciones o entorpecen el desarrollo del equipo.
@pgarcia_ramos
