El UCAM Murcia recupera el octavo puesto después de vencer de forma convincente al Obradoiro en un partido en que fue netamente superior a partir del segundo cuarto.

Ante un rival que tenía la ocasión de asegurar prácticamente la salvación y viniendo de perder tres partidos seguidos fuera de casa, el conjunto de Sito Alonso puso fin a esa mala racha y aprovechó la derrota que unas horas antes había encajado el Gran Canaria por 84-86 ante el Breogán.

El inicio del encuentro fue pletórico por parte del Obradoiro, que se adelantó por 0-10. Además, Augusto Lima ya estaba sentado en el banquillo con tres faltas.

Daños minimizados

La diferencia estaba fundamentalmente en el triple, con un 0/6 de los locales hasta que a la séptima tentativa acertó Bellas. A pesar de todo, los locales, apretando en defensa, minimizaron daños yal final del periodo (18-22).

En el segundo, el UCAM mejoró sus porcentajes de tiro para, con tres triples seguidos, voltear el marcador (33-27). Un parcial de 15-5 en tres minutos obligó a Moncho Fernández a parar el partido, pero la situación no cambió.

Demoledor
Un parcial  de 15-5 en el segundo cuarto marcó el devenir del encuentro 

Con un McFadden encendido –13 puntos en sus primeros 9 minutos en pista– , el UCAM encarrilado el choque (49-32). Una reacción gallega estrechó algo los guarismos para llegar al descanso con 51-39, pero en la reanudación los locales continuaron firmes y un triple del exobradoirista Czerapowicz les dio una nueva máxima diferencia (63-44). En todo caso quedaba mucho y el Obradoiro, con Ellenson asumiendo tiros, se aferró a sus limitadas opciones porque llegó al último parón obligado a 13 puntos (72-59) .

Los de Moncho Fernández necesitaban puntos y estar tres minutos seguidos sin anotar en el comienzo del cuarto periodo acabó definitivamente con sus esperanzas (97-69).

Lo de los compases finales en el Palacio Municial fue el habitual maquillaje por parte del que ya tiene el partido perdido y de ahí que el Obradoiro recortase su desventaja gracias a un 1-11 que ya poca trascendencia tuvo.