Imola fue el séptimo cielo para Mercedes y para Lewis Hamilton. En un circuito de la vieja escuela, que llevaba 14 años fuera de la F1, la escudería alemana conquistar su séptimo título seguido de constructores y tiene a tiro el de pilotos.
Hamilton se impuso en el Gran Premio de Emilia Romagna, decimotercera prueba del campeonato, donde Mercedes firmó un nuevo doblete, esta vez por el infortunio de Max Verstappen, que iba segundo cuando el reventón de un neumático le sacó de carrera.
La novena victoria del inglés en 13 carreras deja su séptimo título casi resuelto. Será campeón en la siguiente prueba (GP de Turquía) si su compañero Valtteri Bottas no le saca más de siete puntos.
En Imola, el finés no falló en la salida a pesar de que sus estadísticas no eran demasiado halagüeñas, con solo una victoria en las tres poles anteriores esta temporada, un dato que acabó empeorando. Bottas defendió su posición y se vio beneficiado por el mal arranque de Hamilton, que perdió la segunda plaza en beneficio de Verstappen.
Buscando un ‘undercut’, Charles Leclerc adelantó su parada en boxes a la vuelta 14 para calzar neumáticos duros. Carlos Sainz, cuarto en ese momento, estiró los blandos hasta la 18 para montar medios. Del trío de cabeza, Verstappen también apostó por duros, mientras que Hamilton avisaba al equipo de que no quería parar. Sí lo hizo Bottas para cubrirse, y ahí empezó a alejarse de la victoria.
Hamilton empezó a firmar vueltas rápidas. Con razón no quería parar. A Bottas le comunicaron que tenía daños en el fondo plano por haberse llevado por delante una pieza de un Ferrari. El finlandés ralentizó y contuvo a Verstappen mientras el líder del Mundial y de la prueba agrandaba su ventaja.
Mercedes pidió a Hamilton aplazar su parada para calzar blandos y algo similar hizo Sergio Pérez, que había ganado posiciones. Esteban Ocon, compañero de Fernando Alonso la próxima temporada, se quedó fuera en la vuelta 29 y ello favoreció a Hamilton. Hubo un ‘safety car’ virtual, corto, pero suficiente para que el inglés entrara a cambiar gomas. Le fue como anillo al dedo. Puso duras para asegurar. La victoria estaba en su mano.
Sainz, en la décima plaza, sentía la amenaza de Vettel. Pero Ferrari tuvo problemas al colocar el neumático derecho. Todo lo que había hecho el tetracampeón en la pista, se vio fulminado por esa parada lamentable.
Quedaba aún tela por cortar, con varias vueltas de tuerca. La primera, para desgracia de Bottas y alegría de Red Bull y Verstappen. Un nuevo error del finlandés le costó el segundo puesto provisional.
Cruel destino
Pero el destino le reservó a ‘Mad Max’ un reventón del neumático derecho trasero. El perjudicado también fue Pérez, que se veía en el podio y bajó a la sexta plaza.
La carrera se relanzó en la vuelta 58, con seis giros por delante y con mucha emoción. A Alex Albon le costó los puntos después de un trompo tras haber sido adelantado por el piloto mexicano.
Fueron kilómetros de mucho vértigo, en los que Daniel Ricciardo aguantó el ataque de Daniil Kvyat y firmó su segundo podio de la temporada. Sainz también ganó posiciones en los estertores de la carrera, aunque no tantas como habría querido, y acabó séptimo.
La próxima parada del Mundial será en Estambul, donde el día 15 se correrá el Gran Premio de Turquía. l
