El Real Madrid se puso el traje y el juego de las grandes ocasiones y ante el Olympiacos griego consiguió una gran victoria, en la que todo el equipo rayó a gran nivel, encabezado por Ayón bajo los aros y Taylor en labores defensivas.
El baloncesto de ataque fue el gran protagonista de la primera mitad del partido. En la segunda mitad del primer acto entraron con timidez las defensas, pero poco o nada cambió la situación de cara al marcador (28-23).
Spanoulis y Campazzo siguieron poniendo muy alto el listón técnico en el inicio del segundo acto, en el que el equipo de Pablo Laso comenzó a adquirir la velocidad de crucero y, con un juego coral, comenzó a poner tierra de por medio (54-41), aunque el Olympiacos respondió con un parcial final de 0-5.
El campeón perdió parte de su efectividad en los primeros minutos de la reanudación y los griegos se acercaron (60-54), pero una nueva racha propiciada por Campazzo y Randolph volvió a establecer diferencias holgadas (67-56). Las defensas entraron de lleno en el partido y la anotación se resintió, para finalizar el tercer periodo con 72-63.
El Olympiacos comenzó el cuarto de la verdad con nuevos bríos, pero rápidamente se encontró con la inspiración del Madrid, que borró de un plumazo, con una genialidad de Rudy y un robo y mate de Randolph, cualquier intento de los griegos (76-65).
El partido se fue decantando poco a poco a favor del Madrid, que mantuvo el alto ritmo hasta el final. En el minuto 34, una gran canasta de Randolph puso el 84-72 y de regreso a su campo se llevó por delante al entrenador de los helenos, que acabó por el suelo arrollado. Fue prácticamente la metáfora de lo que le estaba sucediendo a su equipo: 91-72, tras un 19-9 de parcial.
Al final, nueva victoria para el Real Madrid, que además superó los cinco puntos por los que perdió en en la primera vuelta en Atenas (88-83).
