España conquistó por primera vez en su historia el título de la Superfinal de la Liga Mundial de waterpolo, y lo hizo imponiéndose a Hungría en una épica final que se decidió en una tanda de penaltis que, por el gran acierto de los dos equipos, se alargó hasta el 7-8.
Fue una magnífica mano de Martina Terre la que frenó el último disparo de Greta Gurisatti, zanjando así el triunfo del combinado nacional.
Al igual que sucedió en la Final de la Liga Europea, el enfrentamiento entre húngaras y españolas se decidió en los penaltis y de igual manera, se concluyó con España subida en lo más alto del podio.
La igualdad durante todo el encuentro no pudo ser mayor y es que los cuatro periodos del partido terminaron en tablas (3-3, 3-3, 3-3 y 2-2), y salvo en la recta final en la que España tomó dos de ventaja (9-11), en ningún momento hubo una distancia significativa entre ambos conjuntos.
Panna Pocze marcó los dos primeros para las suyas y por parte de España contrarrestaron Anni Espar y Bea Ortiz (2-2). Rita Keszthelyi puso el 3-2 pero Paula Leiton volvió a ajustar para dejar el primer cuarto en el 3-3.
En el segundo asalto, España tomó la iniciativa gracias a Irene González que respondieron las húngaras Parker y Pocze para un nuevo giro (5-4).
Con más aciertos de Ortiz y González, las anfitrionas devolvieron el golpe con intención de marcharse al descanso con algo de aire, pero un gol de Keszthelyi sobre la bocina trajo de nuevo las tablas (6-6).
En los otros dos cuartos, el partido continuó igual, con una gol de una selección contrarrestado rápidamente por la otra. Finalmente, se llegarían a los penaltis, donde España, a pesar de comenzar mal, acabaría triunfando gracias a Terre para dejar el 18-19 final.
