Carlos Alcaraz Garfia es, a sus 20 años, el número 1 del tenis mundial porque se comporta como tal en los momentos de máxima exigencia y presión y que haya ganado 14 de 18 tie breaks este año y 50 de 79 a lo largo de su todavía corta carrera en la ATP así lo atestigua.
El jugador murciano, que ya está en los cuartos de final del Masters 1.000 de Toronto, avanzó dos rondas en Canadá gracias a su solvencia cuando se vio contra las cuerdas. No en vano, sumó tres de sus cuatro sets en el Sobeys Stadium tras sendas muertes súbitas que decantó a su favor, y además de forma clara.
Frente al estadounidense Ben Shelton cerró el encuentro con un 7-3 en el tie break después de haberse llevado la primera manga por 6-3 y durante la pasada madrugada española remontó ante el polaco Hubert Hurckacz y, tras ceder el primer parcial por 3-6, se impuso en los desempates de los dos siguientes por 7-2 y por 7-3.
Queda claro que en esas situaciones que son como saltos sin red Alcaraz se muestra muy fiable, que es una de las características de los grandes campeones.
Los números no engañan y el pupilo de Juan Carlos Ferrero, quien por cierto en Canadá está siendo dirigido por Antonio Martínez Cascales, presenta un 14-4 este año en los 18 tie breaks que se dieron en sus 53 partidos de la ATP.
En sus 18 desempates ATP de este curso el palmareño logró 116 puntos y perdió 78 y especialmente significativo fue el 8-6 que le endosó a Novak Djokovic en el segundo set de la final de Wimbledon, un tanteo que fue clave pues evitó que el serbio consiguiera colocarse 0-2 en cuanto a sets y dio alas al español para acabar conquistando ese título de Grand Slam.
Alcaraz, quien en 2023 lleva un espectacular bagaje de 49 victorias y sólo cuatro derrotas ATP, da con la clave para salir normalmente victorioso en esas circunstancias. “Voy a por los puntos cuando generalmente se suele jugar con más cautela por temor a dejar escapar el set o el partido”, dijo hace un tiempo el joven tenista de El Palmar, quien este viernes se enfrentará al estadounidense Tommy Paul en busca de plantarse en las semifinales de Toronto.
Es su tónica y desde que está en el circuito sus guarismos en las muertes súbitas arrojan un 50-29 favorable. Los valientes encuentran el premio
