La deportista navarra Nerea Pena ha anunciado su adiós al balonmano debido a problemas físicos durante los últimos años que han dicho “basta” a una muy exitosa carrera de 18 años en la que rozó la gloria con la selección española y la alcanzó con el Vipers Kristiansand noruego, donde levantó dos Champions League.
A sus 34 años, la pamplonesa ha decidido poner punto y final a unos años en los que se ha sentido “superfeliz”. En una emotiva rueda de prensa celebrada en el Navarra Arena, ha hecho oficial la decisión, tomada finalmente en enero de este año.
“No ha sido fácil tomar esta decisión, ya que desgraciadamente no he podido elegir el momento de mi retirada tal y como lo hubiera imaginado, aunque no cambia el hecho de que tarde o temprano este día iba a llegar”, ha manifestado Pena con claros gestos de emoción ante la multitud de familiares y amigos que se han agolpado en la sala de prensa.
Su recorrido en este deporte comenzó en Loyola, donde descubrió su “pasión por este deporte”. Tras ello, llegó al Itxako, equipo que le “robó el corazón”. En Estella se hizo con cuatro Ligas ABF, tres Copas de la Reina, una Copa EHF y fue subcampeona de la Champions League.
En Ferencvaros (siete temporadas) encontró su “madurez” y, ha continuado: “En mi amada Budapest a mi nueva familia”. Un efímero paso por el Siofok (Hungría) antes de recalar en Esbjerg (Dinamarca).
“Una parada en el camino desde donde pude conseguir el destino soñado en el que desgraciadamente nunca pude llegar a disfrutar, Vipers”, ha apuntado.
Las lesiones, que le acompañaron en gran parte de su carrera, han sido las que finalmente imposibilitaron un regreso soñado: “Una lucha a contracorriente donde mi cuerpo nunca me ha respondido de la manera deseada. He aceptado mi final porque, por encima de todo, está la persona y en esta última etapa mi persona se estaba viendo afectada”.
“He sido muy feliz durante toda mi carrera deportiva. Me considero muy afortunada por las oportunidades que se me han dado, los equipos a los que he tenido acceso, por haber podido disfrutar de la mejor generación del balonmano español y, sobre todo, por todas las personas maravillosas que me llevo”, ha agregado.
Con la selección nacional, Pena fue internacional en 176 ocasiones, logrando la medalla de bronce en el Mundial de Brasil de 2011, y las platas en el Europeo de Hungría y Croacia en 2014 y en el Mundial de Japón de 2019.
“No os podéis imaginar la orgullosa que estoy de haber podido disfrutar de esta generación de España. Cuando pasan los años y ves cómo va evolucionando todo, todavía se valora más aquellos tiempos que pude vivir, también en Itxako, pero sobre todo en la selección. Hemos tenido unos años brutales que dudo mucho que sean iguales”, ha recordado sobre sus vivencias con las ‘Guerreras’.
La tendinopatía crónica en su rodilla izquierda, sufrida en 2021, fue la última montaña a la que enfrentó: “lo que me ha marcado ha sido el dolor, no he podido deshacerme de él. Ha sido muy duro”.
Sobre su futuro, Pena, quien ahora mismo reside en Budapest, lo ha dejado en el aire: “No sé qué voy a hacer en mi vida, quiero trabajar de lo que sea, estoy abierta. Tengo el título de entrenadora y no descarto dedicarme a ello. Empiezala vida de verdad”, ha concluido.