El Barça cumplió con los pronósticos y alzó en Santander su vigésima séptima Copa del Rey de Balonmano, la décima consecutiva, tras vencer en la final al BM Logroño La Rioja (34-23) en un encuentro que dejó sentenciado en la primera parte.

El BM Logroño La Rioja comenzó el partido muy enchufado y aplicado en defensa, lo que le permitió incluso ponerse por delante del Barcelona en los primeros minutos (3-4).

Al igual que el Bathco BM Torrelavega en cuartos de final, el técnico riojano, Miguel Ángel Velasco, apostó en el inicio por jugar con ataque de siete, sin portero, para tener superioridad numérica, lo que suponía un riesgo en caso de pérdida, y el Barça no perdonó esos errores para conseguir una primera ventaja de tres tantos (11-8).

El equipo catalán defendía bien y, poco a poco, fue ampliando su renta, que, gracias a un parcial de 7-0, a falta de diez minutos para el final de la primera parte reflejaba un 17-9 en el electrónico.

Por si fuera poco, cuando los franjivinos conseguían atravesar el muro azulgrana, se encontraban con un inspirado Emil Nielsen y el Barça llegó al descanso con un resultado prácticamente definitivo a su favor (20-13).

En el inicio de la segunda parte, los hombres de Carlos Ortega no aflojaron el ritmo y endosaron un nuevo parcial de 4-1 para llevar el partido a una diferencia de 10 goles (24-14) que ya prácticamente se mantendría hasta el final.

Con el definitivo 34-23, el Barça certificó un nuevo título y acumula 27 entorchados de las 48 ediciones disputadas de la Copa del Rey.

A pesar de la derrota, el BM Logroño La Rioja al menos pudo festejar también su clasificación para disputar la Liga Europea EHF y la Supercopa de España de la próxima temporada.