La selección femenina sub-20 dio continuidad a otro verano dorado para el baloncesto español, al pulverizar (102-50) a la de Lituania en el partido por el título del Eurobasket disputado en la localidad portuguesa de Matosinhos.

Una final que comenzó muy nivelada (19-19 en el primer acto), en gran parte por el acierto del combinado eslavo desde la larga distancia. Más concretamente de sus dos máquinas anotadoras, Sintija Aukstikalnyte y Daniel Paunksnyte, de las que depende como del aire.

En el segundo acto emergió la España que en la fase de grupos arrolló (89-48) a su rival del hoy. Reboteando en ambas canastas –las tres primeras canastas de este periodo llegaron a raíz de varias capturas bajo el aro lituano, hasta cuatro en una misma posesión–, corriendo y acertando desde la larga distancia. Un clínic de 10 minutos en medio del que un 3+1 de Aukstikalnyte dio a Lituania su última alegría (25-25).

A partir de ahí, la tormenta perfecta. Primero, pilotada por Somtochukwu-Blessed Ofakor, que anotó 12 puntos en seis minutos. Tomó el testigo Marina Mata, quien a su vez se lo entregó a Judit Rodríguez. Baloncesto total para disparar la diferencia hasta los 25 puntos (56-31) al paso por el ecuador de la final. Un devastador parcial de 12-37 en los segundos 10 minutos.

De los 31 puntos del combinado dirigido por Egidijus Zenevicius, 25 se los repartieron a partes casi iguales sus dos únicos argumentos –junto con una defensa zonal que duró lo que tardó España en cogerle el truco–, Aukstikalnyte (13) y Paunksnyte (12).

La segunda mitad no fue más que la incógnita de hasta dónde llegaría la ventaja de las de Isaac Fernández –la mayor brecha en el marcador fue el 102-48– y una constatación del excelentísimo momento non-stop de las selecciones españolas de formación. Que el ritmo no pare.