El Real Madrid volvió este martes a la senda de la victoria en la Euroliga, después de que días atrás el Mónaco acabase con su racha de seis consecutivas, imponiéndose a domicilio (64-68) a un Bayern de Múnich que intimidó desde el perímetro y no se rindió.
Arrancó el partido con dos triples, uno de Hunter para los locales y otro de Williams-Goss para los visitantes. No fueron casos aislados ya que en el primer cuarto el fuego lejano se convirtió en costumbre, con unos y otros castigándose sin miramientos.
Así, quince de los primeros veinte puntos germanos llegaron desde el perímetro ante un rival que no se encogió. Los blancos entraron en el juego y, si bien no fueron capaces de replicar los guarismos en el otro aro, lo compensaron con un gran Tavares en la zona. Los datos al final de los primeros diez minutos reflejaron dieciocho lanzamientos de tres entre ambos conjuntos, ocho transformados, y únicamente un tiro libre.
De nuevo en el parqué, el ritmo del partido aminoró ligeramente en los dos primeros minutos. Sin embargo, a partir de ese momento volvieron a desatarse unos y otros. Lo hizo especialmente el anfitrión, que siguió con el perímetro como argumento para firmar un parcial de 12-6 de salida que les puso siete arriba.
En ese momento, reaccionó el Real Madrid. Dos lanzamientos lejanos de Hezonja y Llull y un tiro libre de Abalde, todos ellos sin respuesta, sirvieron para igualar la contienda. Y no contentos con ello, siguieron percutiendo los de Chus Mateo hasta firmar un 2-15 para el 36-42. Una canasta de Zipser y otro punto de Weiler-Babb ayudaron a los alemanes a minimizar daños antes del descanso (39-42).
Al igual que sucediera en el inicio del segundo cuarto, los primeros minutos del tercero fueron de menos ritmo y poco acierto, con únicamente cinco puntos en tres minutos y medio, todos ellos del Real Madrid. Ese pequeño revés fue un incentivo para el Bayern, que volvió a engancharse a base de triples, uno de Weiler-Babb y otro más de Hunter.
Fueron la piedra sobre la que edificar un 11-4 que les dejó solo a uno, momento en el que Henzonja salió al rescate con un excelente acierto de tres que dio algo de aire a los suyos para afrontar los diez minutos en los que iba a decidirse el enfrentamiento.
Los cuatro puntos de renta que llevaban los madrileños en la mochila los dilapidaron en tres minutos cediendo en el rebote ofensivo y aprovechando el contrario una técnica de Poirier para adelantarse por primera vez en mucho tiempo. Fue breve porque Llull puso todo en su sitio desde lejos.
Se inició entonces un periodo prolongado de carestía encestadora, con más de tres minutos y medio sin que los espectadores vieran a ninguno sumar. Acabaron con la sequía del equipo español Yabusele y Llull con un triple, pero nadie logró hacer lo propio en los bávaros hasta que Obst encestó desde más allá de la pintura.
Ese golpe en la mesa llegó a tiempo y vino seguido de una antideportiva y una técnica de Abalde y Musa que situaron a los muniqueses solo dos abajo con 27 segundos por jugar y posesión a favor. Arriesgó y falló Obst desde larga distancia, capturó el rebote Musa y el resto fue finiquitar el triunfo acertando con los libres y defendiendo con solidez.