El salmantino Mario García Romo inicia las vacaciones tras una temporada exigente en la que ha protagonizado un brillante tramo final con un sexto puesto en los 1.500 metros en el Mundial de Budapest y dos récords de España en la milla y los 2.000 metros.
A sus 24 años Mario García Romo es uno de los mejores mediofondistas españoles y europeos de la actualidad y sus números así lo reflejan. Tapado por el relieve mediático de Adel Mechaal y Mohamed Katir, el salmantino siempre se ha mantenido al margen de esa rivalidad y, a lo suyo, ha experimentado esta última temporada un crecimiento notable que le ha hecho cosechar grandes éxitos.
El último hito de la temporada fue el pasado 16 de septiembre al batir un récord de España con más de 38 años de antigüedad. Fue en la milla, en el estadio Hayward Field de Eugene (Estados Unidos), en la final de la Liga de Diamante.
El atleta español, que pertenece al ON Athletic Club, concluyó cuarto con 3:47.69 y batió por diez centésimas (3:47.79) el récord nacional que José Luis González realizó en Oslo (Noruega) el 27 de julio de 1985.
Ese fue el segundo récord nacional que batió en apenas ocho días Mario García Romo, puesto que el pasado 8 de septiembre logró en el estadio Rey Balduino de Bruselas (Bélgica) arrebatar la plusmarca española de los 2.000 metros a otro mito del atletismo español, José Manuel Abascal, que lo tenía en su posesión desde hace 37 años, desde el 7 de septiembre de 1986.
“Ya de vacaciones y con la mirada puesta en el 2024. Estoy muy orgulloso y contento de poder acabar la temporada con otro récord de España, sobre todo siendo del histórico Jose Luis González. Creo que este año he crecido mucho como atleta y sobre todo me he centrado en mi mismo”, declaró García Romo en sus redes sociales.
“Proceso ha sido la palabra que más he repetido y es que creo que en eso consiste este deporte. En seguir mejorando, con buen ritmo pero centrándonos en hacer todo lo mejor posible, no solo para este año sino para los siguientes también”, confesó.
Uno de los grandes momentos de la temporada de Mario García Romo fue en los Mundiales de Budapest, en los que concluyó sexto en la final de los 1.500 metros. Fue el único español en la final, en la que protagonizó una buena remontada en la última vuelta. Llegó a ser último al toque de campana y, confiado en sí mismo, fue de menos a más y escaló hasta la sexta posición para concluir con 3:30.26, a solo una centésima de los 3:30.25 de su amigo y compañero de entrenamientos en Boulder (Colorado), el estadounidense Yared Nuguse, que fue quinto.
Antes del aire libre, la temporada de pista cubierta también fue fructífera, pese a que renunció al Europeo de Estambul. En febrero batió el récord de España bajo techo de la milla (3:51.79) en los Millrose Games de Nueva York, rebajando la anterior plusmarca nacional, que databa de 1983 por José Manuel Abascal.
Este 2023 ha sido el de su consagración como atleta. El año pasado fue cuarto en el Mundial de Eugene (Estados Unidos) y solo un mes después se colgó el bronce en el Europeo de Múnich (Alemania) en 1.500 metros.
Para 2024 sigue soñando en grande porque hay muchos retos por delante, sobre todo con el Europeo de Roma y los Juegos Olímpicos de París.