Menudo partido el de los juveniles. Si al final hay que disputar un playoff de ascenso, ojalá los jugadores del primer equipo tengan las mismas ganas y la misma concentración que los pupilos de Manuel Pablo, a los que felicito sinceramente tras su logro de ayer.

No fue fácil la eliminatoria que tuvieron que disputar ayer en la ciudad deportiva del Villarreal. En dos ocasiones vieron cómo el marcador estaba en contra, y otras tantas veces lo remontaron. Ya contra el Atlético hubo que remar contra corriente. Pero estos chicos pueden con todo. Su calidad, su frescura y su compenetración son realmente admirables. Y ahí están los frutos. Nada más y nada menos que el billete para una final a cuatro de la Copa del Rey.

Es de agradecer que, cuando el primer equipo no está en su mejor momento, estos jóvenes nos regalen tantas alegrías.
Espero que en el futuro tengan la oportunidad de seguir disfrutando de este deporte con la camiseta blanquiazul. No sé qué más tienen que demostrar para que lo consigan.