Hoy traemos a esta columna a un pundonoroso club de fútbol sala femenino, no solamente por sus éxitos deportivos, que también, sino por sus acciones solidarias.
Empecemos por recordar la aparición del Viajes Amarelle en el año 1997 como una apuesta para que las jóvenes del Ayuntamiento de Santa Comba pudieran practicar un deporte que estaba en alza en la comarca. Su impulsor, el empresario Severino Amarelle García, se implicó en este proyecto y en la temporada 2000/2001 inscribió por primera vez a su equipo en la Liga de la Costa, obteniendo esa primera temporada el campeonato de Liga y al año siguiente el doblete de Liga y Copa, bajo la dirección de su entrenador José A. Facal.
Estos éxitos le hacen avanzar en su proyecto y en la temporada 2005/2006 se produce un hecho importante al fusionarse con el Sal Lence coruñés, pasando a competir ya en A Coruña. Al crearse la Segunda División Nacional, es invitado a participar en la misma y llega a alcanzar la Primera División donde permanece varias temporada, en dos etapas.
Así llegamos a la temporada actual en la que cuenta sus partidos por victorias, solamente superadas en la última jornada por el Valdetires ferrolano y obtiene la primera plaza del grupo I de la Segunda femenina de la mano de su actual entrenador Jorge Basanta, lo que le da derecho a disputar el play off de ascenso. El pasado domingo, tras un intenso e igualado partido en la pista del pabellón de la Sagrada Familia, consiguió vencer al Alcantarilla murciano por 4 – 2, certificando así el ascenso a la Primera División del fútbol sala femenino que había perdido la temporada anterior. Enhorabuena a Leti Rojo, Sandra Rodríguez, Cris Lourés, Yaiza, Laura Doce, Candela Soria, Patri Romaní, Élia Gullí, María Gómez, Carol Agulla, Carlita, Irune Santesteban, Daryna Tkachenko, al cuerpo técnico y a la Junta directiva por esta meritoria temporada con la merecida alegría para las jugadoras y para su entusiasta afición.
Pero si de algo puede presumir el conjunto naranja es de potenciar el deporte femenino desde las categorías inferiores, consiguiendo nutrir el primer equipo con niñas de su extensa cantera, alguna con expectativas de internacionalidad. Pero también, y por eso este artículo, en el club pueden presumir de su carisma social, como lo demuestra el hecho reciente de haber incorporado a tres jugadoras ucranianas -Olena, Khrystyna y Daryna- ayudándolas en su integración mientras dure el conflicto de su país. Meritoria iniciativa que demuestra la apuesta solidaria de los dirigentes de este club